martes, octubre 31

 
Notición.
Un reciente estudio sociológico de una prestigiosa universidad americana, ha revelado que las personas que no tienen una vida sexual satisfactoria, leen blogs con una mano posada sobre el ratón...

lunes, octubre 30

 
Sobre el perfil de la ventanilla,
entra la noche fria
de la carretera,
y el pasado mira directo a la cara.
Velozmente: cruza y me ciega,
sin bajar las luces.

Enciendo la radio;
hay canciones que acaban como empiezan:
con acordes amortiguados.
Y lo que alguien grita en medio,
ni se escucha, ni se olvida.

Hay pueblos que son como una de esas canciones.
Te sientas de noche en un porche
y escuchas cómo se estrellan los cubiertos
contra los platos de duralex;
las risas contra los gritos
que amortigua el discreto silencio de la calle.
Te llega el aroma de una mezcla de cebolla frita,
de caldero, de paella y marmita.
Los niños pedaleando de vuelta, camino de casa.
Anochece, daros prisa.
Unos tacones resonando en la callejuela.
Como si desfilara un caballo, moviendo el culo ante nadie.

Y las ganas de dormir,
que se me están llevando.
Ya.
Lejos.


Sobre el perfil de la ventanilla,
entra la noche fria
de la carretera,
y el pasado mira directo a la cara.
Velozmente: cruza y me ciega,
sin bajar las luces.


viernes, octubre 27

 
Acaba de llegarme la invitación: me voy al SIMO, ¡qué ilusión!

jueves, octubre 26

 
Me preocupa un poco que gran parte de la sabiduria humana se adquiera a base de aprender de las malas experiencias. No parece un método muy pedagógico este de memorizar a fuerza de tropezar siempre con la misma piedra. Y es que, por mucho que te cuenten, hasta que no te aostias y te dejas los morros, te resistes a andar por la acera manteniendo una distancia prudencial con cualquier cosa que se parezca a una farola. Incluso hay quien necesita darse en repetidas ocasiones, como esperando a que algún día decidan ellas apartarse.

Supongo que fue este concepto de tediosa y lentísima curva de aprendizaje la que llevó a alguien a hacer aquella famosa comparación con el buen vino, afirmando que para alcanzar la perfección, ambos debemos envejecer; pero no sé; para empezar no encuentro mucho parecido entre las personas y los racimos. Es cierto que mi vecina tiene muy mala uva, pero ese es tema para otro post. El parecido entre el fruto de la vid y la especie humana se limita a que... ¿tenemos los huesos por dentro y estamos cubiertos de piel?. Ah, bueno, y que algunas endulzan pero otras amargan. Y que cuando nos da mucho el sol nos arrugamos. Sí, y que si nos pisan, los dos cambiamos de aspecto físico... Vaya, que bien pensado, pues nos parecemos bastante.

Y vista la similitud, he decidido que yo no quiero alcanzar la perfección, me niego a envejecer. Primero, porque cuando comienzas a hacerte a la idea de que te estás haciendo viejo, y lo empiezas a asimilar, vas y te mueres. Vaya faena, con el trabajo que cuesta llegar a admitir ciertas cosas. Qué poco dura la alegría del logro conseguido. No me preocupa morirme, a veces hasta me apetece, por cambiar un poco la rutina diaria, y descansar al fin, aunque sea en paz. Me imagino lo bonito que debe ser eso de estar cinco minutos sin pensar en follar. Bueno, sin pensar en nada, para ser precisos. Toda una contradicción, por otra parte, porque en los cementerios, lejos del bullicio de la gran ciudad, se respira esa enorme tranquilidad que invita a la reflexión. Si es que este mundo está mal organizado.

Ayer por la tarde fui a recoger las cenizas de mi abuela, prometí llevárselas a mi tía. Camino de su casa pasé cerca del paseo marítimo. Habíamos recorrido tantas veces ese camino cogidos de la mano cuando yo era niño. Mi abuela vivía muy cerca del mar y en verano nos bañábamos en la playa casi a diario. Aparqué el coche, cogí la vasija y me senté muy cerca de la orilla, con ella entre las piernas. Fue una buena despedida. Admito que estuve a punto de vaciarla en ese mar que tantas veces nos habia visto jugar. Pero no hubiera encontrado luego suficiente polvo, como para volver a llenarla sin levantar sospechas. Y me temo que no hubiera colado lo de decirle a mi tia: "ostia, que tropecé y se me esparció la abuela por la acera, ¡qué contrariedad!". Así que al final no lo hice. Supongo que quedará mucho más elegante sobre el televisor, junto a la antena.

En fín. También decidí ayer, que cuando me muera quiero que me incineren y me echen directamente en el retrete de la misma funeraria. Y que al cerrar la tapa alguien diga aquello de "del polvo vino, y por un (buen) polvo se murió". Y otro comente en voz baja: "es que no somos nadie". Una ceremonia austera, pero que sin duda todos recordarán cada vez que visiten el WC.

martes, octubre 24

 
Me encanta recoger a mi ángel de la guarda en el polígono industrial y que me lleve a comer. Cuando la gente me ve atravesar los pasillos del restaurante con ese pedazo de cuerpo impresionante, debe pensar "pues este chico no se estará portando tan mal". Los camioneros le sonreían y yo lanzaba miradas fulminantes a diestro y siniestro, mientras pensaba que es una suerte tener un ángel de la guarda, porque ni siquiera has de inventar excusas para tu esposa: las decisiones del señor son incuestionables. A ver quién es la guapa que se atreve a meterse entre tu vida real y la eterna. Aunque por otra parte, como todo el mundo sabe, los ángeles no tienen sexo; mira qué contrariedad: como las sirenas. ¿Tendrán algo que ver los ángeles con las sirenas? Que atraen? ¿Hacia dónde? ¿Tendrán cola? ¿Y los sirenos? ¿Puede alguien pedir que me cambien la medicación? Gracias.

lunes, octubre 23

 
Esta mañana iba camino del trabajo, intentando recuperar algo de conciencia a base de abrir mucho la boca cuando soplaba un poco de aire fresco. Me estaba preguntando qué tal me iría todo este lunes, cuando he visto que una ambulancia cortaba el paso por la acera, la habían dejado mal estacionada y con las luces de emergencia encendidas. A su lado, un corrillo de gente murmuraba y miraba hacia abajo. Me he acercado. Había un señor trajeado tirado en el suelo. Una mujer decía que le había dado un infarto, y otra aseguraba que se había arreado un golpe en la cabeza al tropezar con el bordillo. No sé realmente cómo fue, pero quedaba bastante claro que estaba más muerto que una fiesta del pp después de perder las elecciones. Y he pensado, coño, ¿y yo me preocupaba por cómo me iría este lunes?

sábado, octubre 21

 
llalla, si te vienes conmigo.
Artista: Manolo García
Album: Para que no se duerman mis sentidos
Canción: Si te vienes conmigo

Quiero un amor
que cubra con teja de caños
esta herida abierta.
Un amor compadre y jaranero
que me abra los ojos
y cierre para siempre aquella puerta.
Si te vienes conmigo.
Si te vienes conmigo
pararemos a la vera del camino
para ver los arboles vestirse de hojas.
Si te vienes conmigo,
volaremos confundidos
entre jilgueros y rosas.

Quiero un amor
que cubra con teja de cañón
esta descubierta.
Un amor perdido y dominguero
que me abra los ojos
y cierre para siempre aquella puerta.

Si te vienes conmigo.
Si te vienes conmigo,
pararemos a la vera del camino
para ver los árboles vestirse de hojas.

Si te vienes conmigo,
volaremos confundidos entre jilgueros y rosas.
Si te vienes conmigo.
Si te vienes conmigo partiremos sin destino
hacia algun lugar perdido.

Seremos ácratas de bajo consumo.
Devoradores de libros de bolsillo.
Literalmente.
La rosca desgastada del beso de tornillo.
Instalados en un tiempo variable,
por hablar,
no hablaremos más.
No hablaremos más.

Viviremos pletóricos
en cincuenta metros cuadrados.
Hipotecados.
O realquilados.
O mejor, saltando,
el que pudiendo quisiera,
en zig-zag.
Inmoderados.
O moderados.
O inmoderadamente moderados.
O moderadamente inmoderados.
O inmoderadamente inmoderados.

viernes, octubre 20

 
Me he levantado esta mañana siendo una presentación de powerpoint que todo el mundo re-envía indiscriminadamente a su lista de contactos, y la verdad es que empiezo a estar un poco harto de que me abran, me cierren y me manden, sin fijarse en lo que llevo dentro.

jueves, octubre 19

 
Hoy el messenger me funciona a pedales. Vamos, que no va. Y así, entre intentona e intentona, se me ha ocurrido un nuevo negocio: un taller para reparar el pasado a un módico precio. Como el coste de los túneles de lavado está por las nubes, me he puesto un mono azul, he comprado una esponja de mar, jabón lagarto, una fregona de nanas y le he hecho cuatro nudos al pañuelo.
Mientras empezaba a planificarme y a pensar que debería contratar a una secretaria bilingüe de piernas esbeltas y sonrisa hamaca, se me ha llenando la sala de espera con clientes impacientes que lo ponían todo perdido.
Total, que estoy un poco preocupado, porque no sé si cuando acabe de limpiar tanto pasado mis uñas recuperarán su blanco natural.

lunes, octubre 16

 
Recuerdo conducir por una carretera polvorienta. Llevaba un gran coche con transmisión automática lleno de gente que no conocía y hablaban en inglés. Me sentía bien, tranquilo y hasta algo eufórico, así que decidí experimentar nuevas sensaciones; me apetecía. Giré el volante de un golpe y tensé el freno de mano a la vez. El coche empezó a hacer trompos al tiempo que todo el mundo gritaba como si estuvieran poseidos.No entendía muy bien qué decían, pero me daba un poco igual, sólo pensaba en que había perdido totalmente el control del vehículo; veía acercarse los árboles de la cuneta de una forma más que peligrosa; nos íbamos a estrellar sin remedio. Una chica chillaba: Roger, stop now! PLEASE!. Como si yo supiera como hacerlo. Ni que a uno le gustara estar a punto de matarse. Finalmente, el culo del coche topó contra un árbol, y del impacto él solito se enderezó y dejó de dar vueltas como una peonza. Nos detuvimos. Se hizo un silencio terrible. Sentía mil ojos clavados en la nuca. Los imaginaba con expresiones de disgusto y cabreo. Uno preguntó qué había pasado en inglés, y yo le dije que se había cruzado un armadillo y había tenido que maniobrar para no atropellarle. Todos soltaron aire y abrieron mucho la boca, admirando mis reflejos, entre grandes "wuows" y palmaditas en la espalda. Subí el volumen de la radio, arranqué y seguí conduciendo, pero ya menos chistoso, sin sentirme tan bien, ni tan eufórico; y con un par de magulladuras en la frente.

viernes, octubre 13

 
Tengo sueño,
frio,
y te echo de menos.

Clavarme en ti
sería imposible,
digamos que dificil.
Quizás una proeza.

Sería como
encontrar una flor
que renace
de la ceniza
de sus propios pétalos
y besa al tacto,
suavemente;
hasta matar,
haciéndote vivir
al mismo tiempo;
como una
paradoja tatuada
en la piel;
entre caricias caducas
y nostalgias perennes.

Clavarme en ti,
y mi sonrisa cae
con la oscuridad de la noche,
entre el sol, el miedo,
la inocencia del que da palos de ciego;
y la cadencia del romper de tus caderas
contra las mias
y esa música que tanto bailamos
sin mover los pies
y sin disfraces
en las manos.


Clavarme en ti,
dejar de sentir
la implacable tirania
del tiempo que nos distancia,
y el rastro solitario del deseo
que nos envuelve.
Y me mata.


Cuánto tiempo más
sin estar en tí?,
cuánto tiempo más
pegado a un calendario
que no se dehoja?.
Insomne,
bailando
con la almohada
una danza sincopada
de naturaleza incierta.


Clavarme en ti,
en el mar de tus pupilas,
en el cojín de tus labios;
aferrarme a tus pezones.
Vivir en ti.


Te echo de menos.
Y tengo frio,
sueño,
pero no puedo dormir.

miércoles, octubre 11

 
Recuerdo cuando era pequeño, que mi madre se divertía haciéndome cosquillas sin parar. Llegaba un momento en que yo entraba en una especie de espiral sin fín que me impedía dejar de reir. Entonces, le bastaba con mover los dedos a distancia, sin ni siquiera tocarme, y me retorcía entre carcajadas y lágrimas.
Con el dolor sucede algo parecido, si alguien es capaz de hacerte daño durante el tiempo suficiente, luego sólo necesita mover los dedos en la distancia, para hacer que vuelvas a retorcerte entre gritos mudos, sollozos y lágrimas.

lunes, octubre 9

 
Cuando se hace el silencio en una reunión, dicen que ha pasado un ángel por la habitación.
Hoy he aprendido que cuando se hace el silencio en tu vida, es porque un ángel ha pasado por tu corazón.

domingo, octubre 8

 
Ayer me enviaron un sms dicendo que me iban a matar. Espero que sea a polvos, que me muero de las ganas. Qué envidia dan a veces las cucarachas.

jueves, octubre 5

 
Estoy contento, aunque quizás a la vez, también un poco triste, acabo de descubrir que el tamaño importa: si tuviera una polla de 40 centímetros me la podría chupar yo mismo. Vaya chollo, ¿no?
Pero no, resulta que no. Que de 40 centímetros nada. Y eso me ha jodido porque, aunque es cierto que si contara con una lengua de jirafa podría salvar la diferencia, resulta que tampoco la tengo; vaya mierda.
Y este rollo, que al principio me ha dado un poco de pena, luego me ha hecho entrar una especie de subidón, y me ha alegrado el día porque por fín he comprendido el porqué y la necesidad del fenómeno "alargue su pene". ¡Es para hacer realidad el sueño de quien se la quiera chupar a sí mismo! (del de follar con dos gemelas hablaremos en otro post).
Voy a ver si encuentro el teléfono en uno de esos anuncios de la televisión local, que me hace una ilusión quepaqué. Bueno, y si no, buscaré algún sitio donde me alarguen la lengua, que, en teoría, debería ser lo mismo. Y, quien sabe, siempre podré buscarme un trabajo de jirafo. O de caniche.

miércoles, octubre 4

 
Sólo tú.
tengo el corazón
como un puzle,
hecho con trozos
troquelados de playas solitarias
que nunca hemos visitado.
Y sólo tú coloreas un sol en el cielo,
una estrella de mar,
una huella en cada orilla,
una caracola desenterrada
en la que escuchar al viento llorar.
Sólo tú pones alas a las gaviotas
que no quieren volar,
enroscas en un palo
una nube,
de algodón;
pones sobre los hombros
una toalla,
que da calor.
Sólo tú dibujas
letras en la arena,
con el pie,
como si leyeras el futuro
en la raiz de las flores.
En los pensamientos.
Sólo tú.

lunes, octubre 2

 
Tengo una duda existencial...
...y es la siguiente: cuando alguien te recomienda aquello de que "vivas cada día como si fuera el último", ¿se refiere a que te lo pases follando, o a que te encierres en casa y no dejes de llorar?
Es que parecen días diferentes, aunque el resultado acabe siendo el mismo.
Igual que cuando, en el patio del colegio, alguien te queria aostiar: si salias corriendo sabías que ibas a ser carne de cañón el resto del curso; y si no lo hacías y plantabas cara, pues tambien; el resultado acababa siendo el mismo.
O ese mes, en que vas justísimo de dinero, que ves clarísimo que no llegas porque vas con el agua al cuello. Y no te das ni un capricho. Entonces es cuando te ponen una multa por aparcar en doble fila, y acabas a dos velas. El resultado es el mismo.
O como cuando tienes una cosa super-urgente(delamuerte) que acabar en el curro, porque te ha dicho tu jefe que es de vital importancia, y te quedas noches sin dormir, pero luego tu jefe se olvida, ya no es super-urgente(mecagoenlaputa) y nunca más se hace referencia al tema, ni siquiera cuando te lo encuentras meando. El resultado es el mismo que si no hubieras hecho absolutamente nada.
Así que, visto lo visto: pásate el día follando, plántale cara a quien quiera aostiarte, date un capricho siempre que quieras, y olvidate de los trabajos super-urgentes(delamuerte): el resultado va a ser el mismo. Sí.

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