viernes, junio 29

 
Maravillosa y perfecta.
Esta mañana me he despertado en una cama perfecta, viviendo con una familia perfecta. Tengo unos hijos y una esposa absolutamente maravillosos y perfectos. He acudido a mi trabajo perfecto, y he hablado con mi maravilloso jefe. Me ha confirmado que cada fin de mes, me ingresarán una nómina perfecta con la que podré pagar la hipoteca de mi maravillosa casa adosada con piscina y las letras de mis dos maravillosos y perfectos utilitarios. Vamos, que esta mañana me he despertado y he descubierto que mi vida es una maravillosa y perfecta mierda. Quién me mandaría a mí dejar de beber.

miércoles, junio 27

 
Sobre la evolución.
En la prehistoria, el hombre mataba por comida y por sexo. Ahora sólo mata por bebida y por sexo. Asombroso, el progreso de la humanidad. Y en tan solo 150,000 años. Me muero por ver qué seremos capaces de hacer en 150,000 años más...

martes, junio 26

 
Cada vez.
Cada vez que anochece y me siento solo, perdido, como un niño llamando a la puerta de un orfelinato. Cada vez que descubro en mis dedos palabras que alguien escribió en tu cuerpo. Cada vez que mis labios acarician el recuerdo del palpitar de tu sexo. Cada vez que mi lengua no quiere vivir, si no está hundida en ti. Cada vez que descubro tatuadas, con pintura de dedo, tus caricias en mi piel. Cada vez que me miro en el espejo y la sombra de la luna de tus pupilas se clava mis ojos. Cada vez que respirar me cuesta tanto. Cada vez que desaparecemos del mundo y conquistamos el cielo. Cada vez que vivimos. Cada vez que soñamos. Cada historia que contamos. Cada vez que lloramos. Cada vez que follamos. Te echo más de menos. Cada vez.



I thought I wanted freedom, but love got in the way.


viernes, junio 22

 
Sobre las profecías.
Nostradamus. Profecía del año 1999:

Centuria X, 72

El año mil novecientos noventa y nueve siete meses,
Del cielo vendrá un gran Rey de terror:
Resucitar el gran Rey de Angolmois,
Antes después de Marte reinar por dicha.

En esta cuarteta, Nostradamus nos cuenta que en julio de 1999, aunque nadie se dió cuenta porque al ser verano todo dios estaba en la playa, vino del cielo algo que causó mucho terror entre la gente del mundo mundial. Hay varias cosas a las que podría haberse referido: a un cometa, una lluvia de meteoritos, un mosquito tigre vendiendo enciclopedias, o una bomba nuclear. Pero lo que nadie se ha atrevido a contar hasta el momento es que, en realidad, se trataba de Mariano Rajoy estrellándose con su helicóptero, sólo que la profecía llegó con un año de retraso, pero ya se sabe que los relojes de arena del siglo XVI dejaban mucho que desear. Cabe destacar que el accidente de Rajoy sólo provocó terror a su agente de seguros, pero eso ya es un detalle sin importancia. Como se ha mencionado anteriormente, otra posibilidad es que se refiriera a una lluvia de meteoritos, pero a pesar de ello no se incrementaron las ventas de paraguas nucleares. "El gran rey de Angolmois" se refiere al anticristo, en este caso, concretamente hablaba del abogado de Bárbara Rey, que se querellaba contra Ángel Cristo. Parece ser que resucitará tras haber ganado el juicio. O quizás hable de Aznar, que con el nuevo milenio se ha dejado melena y le da al tintorro antes de conducir y evidentemente, como siga así, va a quedar hecho un cristo al estamparse en la primera curva. Y finalmente, queda claro que Nostradamus sentía cierta admiración por el Joda de star wars, porque escribía igual que él, "Antes después de Marte reinar por dicha"; pero, para ser sinceros, si uno no distingue a simple vista si pasará antes o después, ni de qué dicha se tratará, puede acabar como Marte: con el colon irritable y graves poblemas de erección.

miércoles, junio 20

 
Sobre la delgada línea que separa la juventud de la demencia senil.
Hace unos días leía que cuando se van muriendo las neuronas, desaparecen con ellas los recuerdos que almacenan. Supongo que también se deben llevar la ilusión y la capacidad de imaginar cosas en las nubes. Creo que a mí últimamente se me mueren demasiadas. Y llegados a este punto, empezaba a llegar a la conclusión de que la vejez no depende de la edad de la persona, si no de las neuronas que se le hayan muerto, de los recuerdos que haya perdido, de las ilusiones que haya dejado atrás y de su incapacidad de ver figuras en el cielo. Pero pensaba que al menos estamos vivos, y toda etapa de la vida, al final, tiene sus cosas buenas; sus pequeñas satisfacciones, mientras que si estás muerto es difícil ponerse un smoking para ir al teatro. Por no hablar de la epopeya que supone liar un porro. O ser abducido por extraterrestres, que sólo buscan a impresentables, borrachos, estúpidos, excéntricos o memos, pero que estén vivos. A mí me habrán abducido unas mil veces. Lo que más me preocupa de la muerte es que luego no haya otra vida, y esto se convierte en un pensamiento realmente deprimente si acabas de comprarte un pijama nuevo. O si te has hecho las cejas. Por otra parte, siendo positivos, hay que reconocer que la muerte es una de las pocas cosas que puedes hacer completamente desnudo y no corres el riesgo de que nadie te denuncie o te sacuda con una escoba. Pensemos, ¿es realmente tan terrible cumplir años?: No, si eres una momia egipcia casada con un arqueólogo. En resumen, que hay que intentar ir siempre acorde con tu edad: si tienes menos de dieciseis años, procura no tener pelos en las orejas, pagar con visa o quedarte calvo. Y si tienes más de 43, da igual lo que lleves o lo que hagas, nadie va a reparar en ti. Así que, puedes dejar ya de hacerte las cejas. De nada.



Llevo ya pa quince horas que no te puedo probar. Y no hay quien se olvide de ti, de tus besos, de tus risas, tus orejas cucurucho, ni de tu guitarra. Vamos, que nos vamos.

lunes, junio 18

 
Intento de suicidio.
Ayer intenté suicidarme pasando cerca de una viajante de seguros del RACC. Pero por mucho que carraspeé y fingí un infarto, ni siquiera reparó en mí. Supongo que es lo que tiene estar a punto de cumplir los 43.

viernes, junio 15

 
Desesperanza. Ensayo para un post.
Las noches se me antojan cada vez más oscuras, más áridas, más tórridas. Más largas. Ayer me desperté bañado en sudor, tuve una pesadilla. Soñé que me encontraba desnudo, en un jakuzzi de una carcel turca y mi pastilla de jabón era la que yacía en el fondo de la bañera. Cuando por fín logré dormirme de nuevo, un osito piloto me ganaba como premio en la tómbola. Creo que mi conjuntivitis empeora, ahora me lloran las orejas. Y siento vahídos cada vez más frecuentes, que se acompañan de episodios de saltar de la cama, girar la cabeza 180 grados, vomitar y gritar "tuhijaesunaguarraaaaa!". Las paredes de mi habitación rezuman humedad y ya no venden semillas de champiñones en el carrefour. El rollo de papel del baño se ha terminado, y el siguiente no quiere cubrir el trayecto alacena-portarrollo andando si no se le paga un plus. Se me ha escapado una flatulencia ante una escultural ninfómana sueca que ardía en deseos de follarme. ¿Acabará esto alguna vez? o simplemente es que la vida es así de mala puta.

jueves, junio 14

 
Strovichnojivich
Soy un escritor ruso. Famoso por ser autor de libros que todo el mundo asegura haber leido, aunque en realidad nadie haya conseguido ir más allá de la página de agradecimientos sin sufrir un corte de digestión o quemaduras de tercer grado en las ingles. He creado personajes tan complejos, maravillosos y fascinantes, que yo mismo me he enamorado de ellos a pesar de los tomates en los calcetines, el sabor a anchoa de sus pies y ese entrañable aliento vespertino que les hacía adquirir forma de cebolleta en vinagre. Originalmente mi apellido era Strövichnojivich, pero una noche loca alguien me arrancó los dos puntos de la o y se hizo un piercing en el pene. Desde entonces, que no he vuelto a ser el mismo, ni a poder dormir sin tener pesadillas. Se me reconocen dos obras póstumas, escritas justo el día después de mi muerte de mi propio puño y letra, de entre las que destacan: "la sufrida vida de un paleta perseguido por una hormigonera" y "la vuelta al mundo en ochenta días". Esta última nunca me acabó de seducir; personalmente, siempre me parecíó muy cogida por los pelos. Justo al año de morir, conocí en un número circense a la que posteriormente se convirtió en mi queridísima esposa. Yo era el hombre bala, y ella, la mujer trapecista. Nos encontramos de casualidad en el aire. Nunca lo olvidaré: nos dimos de bruces, nos enamoramos, nos casamos y nos divorciamos antes de tocar el suelo. Fue, sin duda, la más bella histeria de amor que nunca nadie haya escrito. Ni siquiera yo. Que soy un escritor ruso. Famoso por ser autor de libros que todo el mundo asegura haber leido, aunque en realidad nadie haya conseguido ir más allá de la página de agradecimientos sin sufrir un corte de digestión o quemaduras de tercer grado...

martes, junio 12

 
Mitología griega.
Esta mañana me he despertado convertido en un animal mitológico. Poseo cabeza de pollo, cuerpo de pollo y alas de pollo. Pero cada una de las partes pertenece a un pollo diferente, con la particularidad de que todos han sido rustidos con cebolleta y pimiento. Lo cual me provoca graves ataques de asma que me obligan a toser mucho por las orejas (las doscientas y pico); además de una inusitada tendencia a que me salgan gallos en clase de canto. Menudo pollo, os direis, pero en realidad soy tan feliz: estoy convencido de ser una celebridad en el mundillo de la mitología griega; porque tengo una cierta tendencia al drama y llevo una falda de lino blanca con una daga dorada en el cinto. De hecho, mi vida es tan tragicómica que he decidido iniciar una salvaje e irreversible huelga de hambre. Me niego firmemente a comer aceitunas, ni a aliñar las ensaladas. Digan lo que digan los médicos que me atienden. Pero por otro lado, me abruma un poco la idea de la muerte, porque hay muy poca seriedad en el ramo; ni siquiera son capaces de publicar un puto horario de defunciones en internet. Me miro en el espejo y observo que tengo 500 ojos. 250 miopes y 250 astigmáticos. Y cada uno de ellos intercambia su patología con los demás aleatoriamente cada cinco minutos, como si jugaran al juego de la música y las sillas. Así que, cualquiera en mi lugar que tuviera dos dedos de frente, abandonaría la idea de comprarse un segundo par de gafas en Aflelú. Yo he intentado colocarme unas lentillas, pero justo cuando acababa de ponérmelas, se ha hecho la hora de acostarme y he tenido que empezar a quitármelas. Qué trabajo. Y menudo follón con los líquidos y las cajitas de derecha o de izquierda. Resumiendo, que la vida de los animales mitológicos, también es una mierda. Para qué nos vamos a engañar.

domingo, junio 10

 
Nostalgia
A veces me imagino cosas. Cosas que desearía que me pasaran. A mí, en la vida, algún día. Y cuando no suceden, pues me da pena, porque recuerdo lo bonitas que iban a ser: si fuera a un concurso de televisión, lo ganaría. Si paseara por la calle me encontraría con gente que echo de menos y quiero ver. En la radio sonaría siempre mi canción favorita. No me dolerían los huesos, ni el pensamiento, ni nada. Ni siquiera el amor. De alguna forma sé que ciertas cosas que imagino nunca me sucederán. Y me pongo triste, porque esta es mi definición de nostalgia. Cuéntame la tuya.
Los comentarios siempre superan el post:
Como un sentimiento de impotencia. Como la peor definición de un recuerdo. Como querer lo que no hice y tener un sabor híbrido en los labios difícil de borrar. Como una canción de Antonio Carlos Jobim. Como una tarde de lluvia solitaria poniendo discos antiguos, desempolvando fotos y recuerdos. Como escuchar a Serrat. Como la misma que la tuya. Como sentir que duele algo que no se puede tocar. Como cuando te duelen los ojos de mirar sin verte. Como intentar mantenerla a raya sin poder. Como perder la inocencia. Como arrimarse a tu lado. Como a veces se necesita esa nostalgia rica que te hace sonreir dulcemente. O la sientes revolucionada, dando por el culo. O te acuerdas de tus muertos. O de los suyos. Y de las cosas que no se pueden cambiar. O de ese nudo en la garganta cuando recuerdas lo que fue y no volverá a ser. De lo que se queda por hacer, y se presiente que nunca va a pasar. De todo lo que no fue. Eso es la nostalgia.



jueves, junio 7

 
En fín...
Tanto tiempo haciéndome pajas, y ahora resulta que la autoestima es otra cosa. Habrá que joderse.


miércoles, junio 6

 
Alicia.
Hace días que no puedo dejar de llorar. No sé muy bien porqué. Es como si alguien estuviera cortando cebollas junto a mí; o como si se me clavaran pestañas en los ojos. Las lágrimas resbalan por las mejillas y se introducen entre mi cuello y el de mi camisa. Me hacen cosquillas. Y eso me entristece aún más, porque me recuerda que no tengo ganas de reir. Cuando se evaporan, la sal se adhiere a mi piel, la enrojece y me pica. Como si me diera masajes con fibra de vidrio. Y todo ello no hace más que acrecentar en mí la melancolía y las ganas de llorar. Tengo la piel arrugada, y los labios tan morados de estar tanto tiempo en remojo, que no me reconozco. Pero sé que si consigo llorar un poco más, lograré alcanzar la botella que se encuentra en lo alto de la mesa y beber. Y encoger para nadar en mis propias lágrimas. Y atravesar la cerradura de la puerta para poder escapar. Y llegar al exterior. Donde me esperan animales con prisa que cuentan estupideces; un gato que sonrie y desaparece; tazas de té hipocondríacas; una reina déspota, un rey calzonazos, y un ejército de cartas soñando con cortarme la cabeza. Todo un planazo.


¿Alguien sabe qué coño es un "colitas"?


domingo, junio 3

 
Tu recuerdo.
Tu recuerdo rompe las hojas escritas, destruye la memoria. Tu recuerdo me olvida cuando tanto te necesito. Se viste de un color diferente cada día. A veces sabe a cáscara de naranja y otras, a tarde de lluvia en Agosto. A noche sin estrellas. A dormir. A soñar. A envejecer. A revivir, con la certeza de que se te ha escapado la vida entre los dedos de los pies, como el agua de un rio. Los recuerdos no son importantes porque existan, son importantes si alguien los piensa. Yo te pienso y, a veces, tu recuerdo se sienta a mi lado, en la barra de un bar y me enseña las fotos que nunca nos pudimos hacer. Luego nos pedimos una botella de vodka, mucho hielo, y nos mordemos los labios con fuerza, para no llorar.

Si alguna vez crezco, yo quiero ser la mari de chambao. Llevamos el mismo pelo.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]