sábado, marzo 29

 
Blank
Me encuentro delante de un post en blanco. Balanceando la idea de cerrar el blog, porque la RAE ha decidido que el punto y coma no existe, y me da una pereza tremenda ponerme a revisar todos estos putos posts, con sus millones de puntos y comas y decidir si borro un punto o si me cargo una coma (me cago en la RAE desde aqui, un beso a todos los miembros de la real academia). O si escribo sobre mis vecinas, porque hoy he descubierto que son lesbianas. Bueno, o son lesbianas, o una se ahogaba en el rellano, de pie y con las piernas abiertas, y la otra le hacía la respiración boca a boca con considerable ímpetu. En fín, que me las he encontrado así y me ha hecho una ilusión. Supongo que soy adicto al amor. O al sexo. Por otra parte, también pensaba contar en el post de hoy que yo soy, conmigo mismo, el matrimonio perfecto, porque me encanta lo que me cocino, cómo me visto, tengo la casa ordenada a mi gusto, me encantan las películas que me llevo a ver, incluso adoro como me follo con las manos. Y el olor a jabón de mi cuerpo por las mañanas. En fín, que estoy tan enamoradísimo de mi que acabo de olvidar de qué coño iba este post.



jueves, marzo 27

 
La frase de la semana:
Mi vida sería apasionante si pudiera comprimirse en dos minutos, como la de una mariposa que se estrella contra una bombilla. Y esta historia también sería apasionante, si alguien hubiera sabido contarla en dos minutos, y luego se hubiera estrellado contra una bombilla.



lunes, marzo 24

 
Crash.
Fue justo después de Navidad, creo que el 27 de Diciembre. Me encontré con un perro vagabundo, enorme aunque famélico, en el parque donde siempre estiro las piernas después de correr. Me dió tanta pena que desde entonces, siempre que puedo, le llevo las sobras de las comidas. Y le encantan. Hasta ha engordado, ya no se le pueden contar las costillas. Últimamente me deja acariciarle, y nos hablamos con la mirada y con la nariz, en la fria soledad de la noche.
Hoy, cuando volvía de correr, me he puesto a estirar en la esquina de costumbre, una que queda bastante escondida de todas las miradas. Y un yonqui se ha abalanzado sobre mi y me ha puesto algo puntiagudo en la espalda. Me ha gritado que le diera dinero para una dosis. Lo he pasado un poco mal, porque no llevaba encima nada que darle. Pero cuando menos lo esperaba, el perro famélico del parque se ha lanzado literalmente sobre nosotros, ladrando como un loco, y el yonqui ha salido corriendo sin decir esta boca es mia.
Y toda esta historia me ha recordado dos cosas. Esta película: Crash. Y que tengo que comprar unas mil latas de comida para perros de primera calidad.





miércoles, marzo 19

 
A veces me siento como si viera este mundo desde fuera, como si contemplara una película sentado en la butaca del cine, comiendo palomitas, mientras el universo y Bruce Willis se van todos a la mierda. Es como poner el mp3 a toda pastilla y salir a la calle, parece que todo queda tan lejos, que todo te resbale. No sé. Quizás sea sólo cuestión de supervivencia. Pero a veces veo este estúpido mundo desde fuera. Y te veo a ti, preciosa, sonriente y perfecta. Divina. Abrazandome por detrás como quien abraza a un amigo. Con tanta pasión y ternura que se me quiebra la espalda. Y aunque lo aparente, y diga que nada cambiará mi mundo, no me siento bien.



lunes, marzo 17

 
Hay domingos, como hoy, en los que no soporto mi existencia, todo me sienta mal, estoy como a la defensiva. Y salgo a correr de noche, cuando todos duermen. De hecho, ahora mismo acabo de ducharme. En estos circuitos nocturnos, suelo cruzar por delante de varios clubs de carretera. Y a veces tengo la tentación de entrar. Pero me resisto ante la idea de que un tio sudoroso y sin cartera no debe tener mucho éxito en esa clase de lugares. No sé, quizás mañana me decida. Más que nada, por que empiezo a aburrir la rutinaria (aunque apasionante) relación que mantengo con mis manos.

jueves, marzo 13

 
Qué es poesia?
Y tú me lo preguntas,
(clavando en mi pupila versos de sabor azul),
poesía, eres .

martes, marzo 11

 
Matices.
Llevo unos días bastante agobiado, en parte por el curro y en parte porque mi vida está pasando de ser patética, a ser simplemente triste. Así que, últimamente, cambio la hora de ir a comer por correr. Y este mediodia, camino de la ducha, tras la dosis diaria de endorfinas, he abierto la puerta del vestuario para encontrar un espectáculo dantesco: estaba abarrotado de tíos desnudos, gordos, peludos y sudorosos, que olían a pies. Me lo he pensado unos mil millones de veces antes de entrar. Y el matiz de todo esto, está en que si el vestuario hubiera estado repleto de suecas esculturales, desnudas, depiladas y perfumadas, me lo hubiera pensado mil millones de veces antes de salir. En fín. Supongo que esta vida no es más que una cuestión de matices.

domingo, marzo 9

 
hoy
Hoy he salido a comer fuera, no había mucha gente en Barcelona y necesitaba respirar. No me ha costado encontrar restaurante y una mesa. Cuando leía la carta, a mi lado se ha sentado una chica morena, con un vestido color café con leche, muy ajustado. Con el escote a la altura del ombligo, medias negras. Unas piernas preciosas. Y botas de cuero con tacón de aguja. Y cuando ha venido el camarero a tomar nota, como no me había mirado la carta, he pedido lo primero que me ha venido a la cabeza: almejas. Y luego dicen que el chocolate es el sustitutivo del sexo.



sábado, marzo 8

 
Sobre la inercia de los cuerpos (y la madre que la parió)
A veces cuesta mucho que algo empiece a rodar. Pero en cuanto lo hace, resulta casi imposible pararlo. Inercia. A mí, con las lágrimas, me sucede igual. Cuando algo me duele infinitamente, tardo muchísimo en romper a llorar. Quizás siglos. Pero una vez comienzo, me resulta imposible parar. Incluso cuando todo lo que me dolía haya dejado ya de existir. Yo sigo llorando. Generoso que es uno. En fín. Feliz finde.



miércoles, marzo 5

 
Cada noche
Cada noche, mi vida se convierte en una especie de maratón. Da comienzo en la cena, pensando que en diez minutos caeré rendido. Y me encuentro a las quinientas aquí. En ninguna parte. Aferrado a la nada. Corriendo sin ver un final. Como si fuera incapaz de despegar los pies del suelo, o de pegar los párpados a los ojos. Y por fín entender que lo importante en esta vida es lo que no se ve. Lo que late, o deja de latir, debajo de la piel. Lejos de mi eterno empeño a empezar mi casa por tu tejado. Yo creo que nunca entenderé que así no es plan.

martes, marzo 4

 
Esta noche
Esta noche, en la radio, han puesto esta canción:




y te he echado tanto de menos que creia que me daba la vuelta, como si fuera un guante. Y la piel me quedaba del revés, con las costuras por fuera.

lunes, marzo 3

 
Lo mejor del fin de semana
lo mejor del fin de semana es cuando termina. Dios, otro como este, y me suicido leyendo el ABC.



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