sábado, mayo 30

 
Hoy, cuando he llegado a la página 32 del libro del post anterior, he decidido que teneis razón, que es una tomadura de pelo, y que ya no tengo edad para perder el tiempo leyendo tonterias. Así que lo he aparcado en la estantería y me he abierto un libro del Punset. Que tampoco es para tirar cohetes, porque a veces me parece algo pedante, pero a ratos dice cosas interesantes.
Hablaba sobre las bacterias, y lo promiscuas que son. De cómo les encanta intercambiar su ADN constantemente. Ponia un ejemplo, decía qué pasaria si Elizabeth Taylor hubiera sido una bacteria sumergiéndose en una piscina con sus preciosos ojazos color violeta, y se hubiera encontrando en el agua con genes de ojos color marrón. Hubiera salido de la piscina con los ojos de color marrón. Y si en ese momento le hubieran rozado el hombro un pájaro y una margarita, le hubieran crecido alas con flores. Qué estrés lo de ser bacteria, ¿no?
A partir de leer lo del Punset, me he imaginado a mí mismo sumergiéndome en una piscina y engullendo, sin querer, genes de sexo de elefante y moléculas de Viagra. Eso sí que es un problema, y no lo de la Elizabeth Taylor.

viernes, mayo 29

 
Hoy una chica, que últimamente me cae especialmente mal, me ha regalado un libro: "los hombres son de marte, las mujeres de venus". Me ha dicho que cuando lo lea, comprenderé porqué no la entiendo. Que todas las mujeres son así: como ella. Y de repente me han entrado unas ganas locas de hacerme homosexual. Más bien gay, porque lesbiana con ella me iba a costar.

martes, mayo 26

 
Necesito dormir hasta que toda mi vida haya pasado. Y entonces despertar.
Sé que un día pedí que me incineraran. Pero es que no sé si sabré verme sin pestañas recién levantado. Igual me lo tengo que repensar.



lunes, mayo 25

 
Besaré el suelo otra vez.
Acabo de entrar en casa, me he pasado un buen rato en la terraza, mirando el cielo, que està casi tan oscuro como mi interior. Un halo de luz asoma por la ventana de mi vecina. Está despierta, y sé que lo está pasando mal. Me dan ganas de asomarme y hablar con ella. Si no fuera porque le daría un susto de muerte, quizás me atreviera.
Cuando era pequeño pensaba que el día que encontrara el amor de mi vida, me convertiría en la persona más feliz del mundo. Hoy sé que no es del todo así. Encontrar el amor de tu vida duele tanto como te hace feliz. Es terriblemente injusto, como la vida. Pero qué se le va a hacer.


"No quiero causar pena, sólo por mi condición, de mujer rota en esencia y herida en el corazón, no habrá un hombre en este mundo que me vuelva a hacer caer, porque sé que si se marcha, besaré el suelo otra vez..."

viernes, mayo 22

 
A veces se me acumulan los sentimientos. Se me agolpan en el cuello, en la boca, en el estómago, o en los ojos, en forma de pelota. Y no me dejan vivir. Ayer estuve en un hospital y lloré como una magdalena, también reí. Quizás algún día tenga el valor de contarlo. Hoy he reido un montón, pero también he visto llorar, y yo lo he hecho por dentro. Cuando lloras por dentro, las lágrimas te inundan el estómago y te quitan las ganas de comer. Y se te olvidan las letras de las canciones. Nunca habia pensado que las lágrimas saben a mar. Y mira que era evidente. Y si son tuyas, saben a todos los océanos del mundo. Tracatrá.



Si fuera pescador, pescaria la aurora. Si fuera cazador, cazaria el sol. Si fuera ladrón de amor, me abrirían las puertas. Si fuera un bandido, mejor, poque vendria absolutamente solo.


miércoles, mayo 20

 
Bueno, llegó y pasó de largo. El/la visitante número 222,222 pasó sin pena ni gloria. Nos quedamos sin premio. Pero no es de eso de lo que queria que fuera este post.
Queria hablar de las zonas invisibles que habitan este mundo, como la materia oscura del universo, que todo el mundo sabe que está ahí, pero nadie ve. En las ciudades existen mundos invisibles, paralelos. La mujer que duerme en la puerta del cajero, tras su parapeto de cartón y bolsas. Esas personas en los bancos de las estaciones. Esta mañana han encontrado muerto a un vagabundo que merodeaba el barrio con su perro. Una embolia pulmonar, han dicho. Acostumbraba a desayunar, cuando tenia dinero, en el bar de la esquina. La señora del bar se ha hecho cargo de su perro, dice que lo va a cuidar. Admiro su gesto, pero no puedo dejar de pensar que los perros pueden llevarse a casa, pero los sin techo no.

lunes, mayo 18

 
222,222
Se ruega al/la visitante número 222,222, deje su huella aquí y nos diga qué se siente al tener un número con tanto pato. Del premio ya hablaremos cuando me envie su foto.

 
Cuento una, dos, tres, cuatro gotas. Observo la nube azul que cae del pincel disolverse en el vaso. Cómo la pintura se expande hasta teñir el líquido, antes transparente. Hace mucho tiempo que sufro de insomnio, suena como una mania, pero no lo es. Es que soy así. Esta noche el sueño se me escapa, hace tanto que intento dormir, que cuento todo lo contable, ovejas, pelos, pelusas, señoritas desnudas. Es inutil. Siento cómo me late el corazón en el cuello. Demasiadas palabras. Demasiadas ideas escupidas a la cara. Demasiado peso el del pasado. Un pasado en forma de bola que tapona la boca de mi estómago. Frases sublimes pelean ante mis cejas mientras las ovejas se empeñan en saltar.
Dejen bajar, antes de subir. Por favor. O nos vamos a liar.

jueves, mayo 14

 
Desde hace un tiempo, mantengo una relación estable con una chica guapísima. Es una relación esporádica, pero fiel. Aunque confieso que a veces no he podido evitar dejarme llevar por la aventura, y me he ido con otras. Sé perfectamente que lo sabe, aunque yo nunca me haya sincerado, ni ella me haya reprochado nada. Sé que lo sabe por como me mira cuando nos encontramos. Exactamente de la misma forma que sé que sabe lo que necesito: que me calmen con un gesto frio cuando me pillan a contrapelo. Nos hacemos reir. Y hablamos durante horas. Ella explora cada centímetro de mi piel hasta hacerme arder, hasta abrir cada uno de mis poros, hasta hacerme gritar. Pero a pesar de lo que la necesito, reconozco que es una relación que se aguanta por los pelos. Es mi esteticien. Y como vuelva a depilarme las ingles sin avisar, y luego se parta de risa, la dejo por una epilady. No se hable más.

miércoles, mayo 13

 
Cuando miro al cielo siempre me pregunto hasta donde llegará, si tiene un final. Cuando me miro a los ojos también pienso hasta dónde llegaré, y cómo y cuándo será mi final. Y cuando beso los tuyos, siempre me pregunto hasta dónde llegaremos, si tendremos un final y cómo será. A veces me pregunto demasiado, y siempre de lo mismo: si habrá un final y hasta dónde llegará. Aunque en realidad, lo que debería preguntarme es: cuánto dolerá pisar el final del cielo. Y comprar suficientes aspirinas.



Gracias, Eva, por devolverme esta canción.


domingo, mayo 10

 
Tengo una espina clavada en mi vida. Una espina que molesta un montón, que me mata lentamente, pero de una forma tan organizada, que no me atrevo a arrancarla. Creo que he tirado la toalla, que no puedo hacer nada. También he intentado olvidarla. Lo he intentado mil veces, pero me resulta imposible parar de pensar. Cuando era pequeño escuché en la radio la historia de un yogui, que dedicaba su vida a poner la mente en blanco. Yo no soy capaz, porque si pienso en no pensar, ya estoy pensando. Y contra eso, ya no hay nada más que hablar.

viernes, mayo 8

 
el dia perfecto
Besar el cielo.
Lamerte.
Abrazar el deseo.
Olerte.
Saltar al canal,
y que nos lleve la corriente.
Comerte.
Una Chaise Longue en la playa.
Mariposas en los colmillos.
Y un Té, quiero.
Sí.




Qué ojazos tiene este hombre, pordios.

martes, mayo 5

 
Ahora sé que no se pueden borrar las imágenes que se forman en el corazón. Ni rellenar las grietas invisibles que perforan el estómago y liberan esta especie de acidez terrible, que acaba disolviendo el alma. Sé que es imposible borrar los recuerdos que duelen. Los que te despiertan cuando cae la noche. Malditos. Sé que no sé borrar el eco de los gritos que retumban dentro y contra mí. Y ahora que sé qué se siente cuando se te come el silencio a gritos, la verdad es que no sé qué hacer. Me han dicho que no puedo llorar. Porque desluce las pestañas y tal.



domingo, mayo 3

 
Toda mi vida me he sentido un poco como fuera de lugar. Allí donde estuviera: fuera del encuadre de la foto familiar, fuera de la conversación, fuera del paraguas que llevaba otro en un día de lluvia torrencial. Como si habitara otro plano astral, oyendo mensajes, señales o ruidos que otros no ven. Y completamente ajeno a lo que todo el mundo parece entender. Como si viviera en el interior de una pecera con un cristal inmenso, invisible, impenetrable y antibalas.
Y sin embargo, cuando estoy contigo, me siento tan cerca de ti que podría dibujar un círculo perfecto entorno a nosotros, un círculo que nos envuelve, nos aisla y nos proteje del mundo.
Y me da tanto miedo sentirme tan bien, que me siento mal. Por lo que pueda pasar.



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