jueves, noviembre 29

 
Simplemente.
Te adoro.



miércoles, noviembre 28

 
Pensar.
Me paso el día pensando en ti. Recordándote. Soñándote. Despierto. Esculpiendo tu cuerpo con los dedos en el aire. Moldeando la forma de tus besos en el tiempo. Cincelando el deseo en cada poro de tu piel. Con la lengua. Con la boca. Con las yemas de mi corazón. Y aún saboreo tu olor en los labios. Acurrucado, meciéndome feliz entre tus abrazos. Y siempre pasa, que se me olvida que algún día. Un día de estos. Un día, tendría que recordar que debería olvidarte.



lunes, noviembre 26

 
A veces la vida es como un domingo por la tarde. Caminas sin rumbo por la playa, perdiendo el tiempo. Aunque pensando que mañana hay un horario que cumplir. Condenado a vivir tu puta existencia una y otra vez, como el actor del dia de la marmota.
Otras veces, la vida es como estar pendiente las veinticuatro horas del día de alguien que no puede valerse por sí mismo. Vigilando en cada momento lo que hace. Evitando que se lastime. Es como cuando te enamoras de alguien que te ignora y lo espias sin que lo note, pero mucho más triste.
Hay gente que dice que con los buenos momentos que tiene la vida se escriben libros. Con los mios no daría ni para un prólogo. Y mejor no hablamos de los agradecimientos.



viernes, noviembre 23

 
Espero que nunca crezcas.
Hoy em ah dicoh una cihca bmobon, que lee mi bolg, preo que no etniende un pmiiento. Qeurida, erse un ceilo, pero un plelín exgaerada. Hmoberprodoiscñooya.



miércoles, noviembre 21

 
Sex.
Esta mañana me he levantado con mal cuerpo. La cabeza me retumbaba y sentía extrañas vibraciones en el estómago. Punzadas, como descargas eléctricas. Estilizado y convexo, creo que me he convertido en una especie de gigantesca antena parabólica que atrae y focaliza toda la energía sexual del universo. Dios, cómo mola, soy multiorgásmico. Aunque la verdad, esto de los orgasmos es como todo en la vida, a partir del tercero empiezan a cansar.



martes, noviembre 20

 
Burning down the house.
Mi puta vida a veces se me antoja como dividida en grandes trozos y confinada en algo que podría ser una casa. Una casa cerrada, sin ventanas, y que la empareda. La recluye absolutamente. Bajo llave. Y sólo me queda la esperanza de que algún día las puertas se pudran, los goznes cedan y las cerraduras se oxiden y rompan. O algo habrá que quemar.


domingo, noviembre 18

 
Amigas.
Es ahora, y aún siento el roce del vuelo de tus pantalones en las piernas. De tu vestido perfecto en las pupilas. Del dedo en la boca. De palabras que pintan cuadros, que adornan vidas. De una mirada cansada, de dos sonrisas reunidas, de tres balas perdidas. Aún os siento, escoltado y feliz, caminando por la vida.



jueves, noviembre 15

 
Mi nariz
Me miro por la mañana en el espejo del baño y creo que tengo una nariz mutante. A días es enorme. Pero otros casi no me deja sitio para sujetarme las gafas. A ratos opino que me queda mejor la grande, porque me da como más personalidad. Pero los niños del parque no piensan igual, se asustan y me llaman Rossy de Palma.
Me jode reconocerlo, pero creo que mi actitud en esta vida depende mucho de cómo se levante mi nariz. Si es aguileña, me siento explorador, super-héroe, lider de un imperio; es como si me fuera a comer el mundo en un plis-plas antes de desayunar. Pero cuando amanece pequeñita el mundo se funde en gris ante ella, y yo con él. Esos días, me encierro en casa y espero en silencio a que mi nariz decida otorgarme un poquito más de vida social.

martes, noviembre 13

 
Ascensor
Hoy, como sucede cada día desde hace más de siete años, he vuelto a coincidir con mi vecina en el ascensor. Hace tanto que nos une ese brevísimo encuentro camino del parking, que ya no hablamos del tiempo. Ni de cómo está la vida. Ni de las hipotecas. Hoy me ha dicho que está harta, que no puede más, que se separara. Una caricia en los hombros, sorber mocos, regalar un kleenex, contemplarse en el espejo, colocar el flequillo en su sitio, retocar el rimel con los dedos, esconder el tirante del sujetador, sonreir. La sonrisa ancha. Hay que ver lo que dan de sí cinco minutos de ascensor bien dosificados. A veces, la vida es eterna en cinco minutos.



domingo, noviembre 11

 
Hay gente preocupada por si hay vida después de la muerte.
Cuando lo que de verdad debería preocuparles es que, esto que nos sucede antes de morir, no es vida.
Tracatrá.



viernes, noviembre 9

 
Planta carnívora.
Hoy he entrado en un centro de jardineria y me he comprado una planta carnívora. Es pequeña y fea. Ha sido un impulso, nada que tuviera premeditado. Me ha dado tanta pena. Parecía que no sirviera para nada. Casi asustaba con esa especie de paciencia infinita con la que aguarda a sus víctimas.
Y para decir la verdad, tengo la vida tan repleta de cosas que dan pena, que no sirven para nada y a veces asustan, que no vendrá de una más.



jueves, noviembre 8

 
You may find yourself..
A veces algo te cruje por dentro. Quizás como una rama seca. O como papel de regalo. No sé, pero de repente, te fijas en las pequeñas estupideces de la vida. En si alguien responde a un email. O en quien aparece o desaparece de tu vida. Tanto, que llegas a obsesionarte. En esos pequeños detalles. En el sonido áspero del papel de celofán al desenvolver un regalo. En los improvisados pasos de un actor secundario sobre el escenario de un teatro. En el click autista del messenger anunciando que tienes un nuevo mensaje. En el arrugar del papel de aluminio para hacer bolas de navidad. En los acordes sordos de una guitarra muda.
A veces, algo te cruje por dentro. Como si tuvieras cabezas que te hablaran. En el estómago. Y de repente, no puedes dormir sin preguntarte ¿porqué? (: "letting the days go by").



miércoles, noviembre 7

 
Felicidad.
A veces, para intentar relajarme, pongo una canción. Pero lejos de evadirme, voy entrando en una especie de estado mental que exagera lo que siento, hasta el punto que me pongo increíblemente triste, pero con esa clase de tristeza que no se acompaña de lágrimas, sino que te empuja a retorcer arbitraria y artificialmente lo que de por sí viene derecho. Como si cortaras expresamente cebollas para llorar. Es una tristeza que se alimenta y promueve tan fácilmente desde dentro. Es tan sencillo como chascar los dedos. Como clavarse un puñal y sangrar. La alegría, en cambio, resulta más dificil de inventar.


lunes, noviembre 5

 
Déjame vivir. Libre como el aire.
Hace años encontré el amor de mi vida en el interior de una probeta de laboratorio, mientras mezclaba atenta y minuciosamente diversos componentes extraños. Al calor de un mechero bunsen, vi que algo se removia en el interior de la mezcla, intentaba abrir mucho aquello que parecían ojos. Era tan perfecta. En cuanto la vi, descubrí que llevaba toda mi vida deseando encontrarla. Y de su mano, también hallé la felicidad; con el tiempo nos hemos llegado a conocer tanto que no sé ponerme a combinar elementos sin pensar en ella, ni evitar evocarla de nuevo; porque creo que es la solución de mi vida. Y he prometido no dejarme seducir por la primera disolución que se mezcle en mi matraz. Nunca. Ni por todas las pipetas del mundo. Porque adoro su transparencia, su aroma, la elegante viscosidad que le da forma. Y la sensación de lujuria que inspira la luz reflejada en su cuerpo.



sábado, noviembre 3

 
Escaparate.
Conozco un bar que tiene escaparates por paredes. Me encanta entrar en él y sentarme en una mesa redonda que hay junto a los ventanales. La música del interior se mezcla con la vida de la acera y le pone banda sonora. Los niños hacen carreras en patinete, como si rieran a cámara lenta, al son del requiem de Mozart. Y los amantes se comen a besos bajo las palmeras y los acordes de BB king. Todo se ve tan diferente con música. Todo, menos yo y mi vida.

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