domingo, agosto 30

 
De compras.
Hoy he descubierto en una libreria una antología de haikus. No he podido evitar el acto reflejo de abrir el libro y ojearlo.
El problema que tienen los haikus es que, después de leerlos, puedes pasarte los siguientes tres meses pensando qué coño quieren decir.
Total que, sinceramente, una antología completa tiene pinta de tener poca salida, a menos que la vendan precintada. Pero no era ahí a donde quería llegar.
Me ha encantado este:

Sube despacio,
pequeño caracol.
¡Estás en el monte Fuji!

Y ahora, no sé si darle las gracias a Kobayashi Issa por su altruista apoyo moral, o cagarme en sus muelas por llamarme cornudo y baboso. Tengo tres meses para pensármelo, eso sí.

viernes, agosto 28

 
En esta vida hay muy pocas cosas que tenga claras. Excepto que en verano sólo se vive en el balcón. Que me encanta mirar el cielo. Y que marte, definitivamente, no tiene el tamaño de la luna. Ni el 28. Que se joda google.

miércoles, agosto 26

 
Porque sé
qué es bailar descalzo y pisarte los pies.
Porque sé que colgarme de tu sonrisa,
corta la respiración.
Porque sé qué es echarte de menos
y no llamarte.
Y luego abrazarme a tu voz,
sin que permitas pedir perdón.
Porque sé que,
viva el tiempo que viva,
y muera el tiempo que muera,
siempre estarás aqui,
en mi corazón.
En mi vida.
En mi alma.
Abrazada a mi espalda.
Porque sé que eres esta lágrima.
Porque sé que eres esta sonrisa.
Porque sé que siempre eres tú.
Y siempre me haces ser yo.
Porque te quiero.
Y siempre te querré.
Siempre.
Por ti,
"encontraré un mar sin esquinas.
Y seré pez empezando por mis espinas.
Porque me tengo que inventar.
Qué te voy a decir.
Si yo acabo de llegar."



domingo, agosto 23

 
Esta tarde volvia de correr y en el parque, estirando, me he encontrado a mi vecina, estaba jugando a las canicas con tres niños. Los cuatro descalzos. Riendo. Se había soltado el pelo. Estaba guapísima. Todo el mundo la miraba, como queriendo un poquito de ella. Y me he sentido bien.


martes, agosto 18

 
Estoy viendo el señor de los anillos. Las tres. En versión extendida todas, que jode más. Me he dado cuenta de que es casi como ver anatomia de grey. Porque de vez en cuando, se me pegan las frases al cuerpo. Y las tengo que escribir. Como en el post anterior. A parte del señor de los anillos, creo que este ha sido el mejor verano de mi vida. Porque he decidido dejar atrás todo lo que me duele. Y abrazarme a todo lo que me mima. Que eres tú.

lunes, agosto 17

 
Te entrego la luz de Eärendil, nuestra más preciada estrella. Que ella te ilumine en los lugares oscuros, cuando las demás luces se apaguen.

martes, agosto 11

 
BIBA INTERNET
La menor distancia entre dos puntos, siempre es la mayor. Que se jodan los ingenieros.


domingo, agosto 9

 
A veces entro en estado de shock. Cuando el dolor es tan intenso que el cerebro renuncia a transmitir mensajes por el cuerpo, me pasa. El cerebro se cierra. El dolor se abre. Me anonado entre el drama y los gritos. Entre el todo y la nada. Abro un cajón, cojo un bic carcomido, intento descifrar un sudoku. Subrayar un libro. Pero mis ojos sólo miran la cama que no puedo ocupar. Porque todo queda demasiado lejos. Incluso yo de mi.



miércoles, agosto 5

 
Mi familia.
LLamo al timbre, se abre la puerta. Han venido, creo que están todos aqui. Los nombraremos por orden de aparición, que será más sencillo. El gato, que aún no tiene nombre pero se afila las uñas en mi brazo, lo llamaremos kafka, me han dicho. El que me dice, estás rojo como una gamba, es mi cuñado. La que me da dos besos y un abrazo es mi hermana pequeña, es su cumpleaños. La que va regalando billetes a sus nietos es mi madre. A quien le doy un beso rapidito es mi padre, me señala los billetes que va tendiendo mi madre, pero me niego a mirar. La que se suena con un kleenex es mi otra hermana, está agobiada, su ex acaba de amargarle la fiesta presentándose para recordarle que está en su casa. La de los dos. Y yo, ante tanta humanidad, sólo puedo abrir más y más botellas de cava. En un intento, no de hacerlo perfecto, sino más llevadero. Intentando convertirlo todo en una escena repetida desde tiempo inmemorial. Y creo que lo he conseguido, porque al final, casi nadie ha llorado. Y eso que sonaba esto en el mp3 de mi sobrina:


sábado, agosto 1

 
Porque nos sobran los motivos.
Hoy me he sorprendido sin respirar. Y he tenido que armarme de valor para tomar aliento de nuevo. Estaba observando a los millones de peces exóticos que viven tras la pecera de este restaurante. Sus caras. Sus ombligos. Sus culitos. Beber, comer, saborear, llorar, abrazar, besar. Siempre me quedo tan lleno, y luego tan vacio. De vosotras. No sé si poner fito o cold play. Cold play huele a ti. Fito, a ti. Pondré esta, que ahora mismo no huele a nada, quizás sea que huele a mi, que no soy nada. Cambiando de tema, me he comprado un libro: "el frio modifica la trayectoria de los peces", a ver qué tal, lo voy a empezar.


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