martes, enero 26

 
No puedo dormir, tenia unas ganas locas de quedarme frito al rozar la cama, pero parece ser que hoy no tocaba. Pensaba en lo bonito que es que alguien te vaya a buscar a la salida. A la salida del trabajo, del colegio. A la salida de una relación, o de una depresión profunda.
Pero aún mejor es que te vayan a buscar justo cuando estás en medio. En mitad de la clase. En mitad de la reunión. En mitad del pozo. A medio camino entre tu corazón y el infierno.
Hará cosa de seis meses fui a hacerme unas radiografias. "No respire ahora", ordenó la enfermera. "Es mi especialidad", respondí. Se rió. Yo hablaba en serio, soy especialista en dejar de respirar, lo hago constantemente. Al salir, encontré a una niña pequeñísima saltando delante de una puerta corredera de cristal. En lugar de cabellera tenia jirones de pelo y una mirada preciosa. "No se abre", confesó clavando el azul de sus pupilas en las mias. "Eso es que no pesas nada: ¿eres un ángel?", pregunté. Una señora, yo creo que era su madre, nos miró y dijo sonriendo: eso es que el sensor no funciona bien. La niña y yo nos miramos, como no queriendo entender. Y ahora pensaba que es precioso que te vayan a buscar a la salida. A la salida de cualquier cosa. Pero el amor escrito con mayúsculas, es aquel que te va a buscar justo cuando estás en la mitad. A medio camino. Y te acompaña y salta contigo para que se abran todas las puertas. Incluida la de salida. Eso es el amor.

jueves, enero 21

 
Las líneas de la mano.
Más lejos, debeis ir más allá de los árboles caidos que ahora os aprisionan. Y cuando los hayais superado, no os detengais.
Más lejos, siempre id más lejos. Más allá del hoy que ahora os encadena. Y cuando os libereis, retomad nuevas sendas.
Más lejos, siempre mucho más lejos. Más allá del mañana, que ahora ya se acerca. Y cuando creais haber llegado, sabed encontrar nuevos caminos.
Kavafis/Lluis Llach.
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Més lluny, heu d’anar més lluny dels arbres caiguts que ara us empresonen, i quan els haureu guanyat tingueu ben present no aturar-vos.
Més lluny, sempre aneu més lluny, més lluny de l’avui que ara us encadena. I quan sereu deslliurats torneu a començar els nous passos.
Més lluny, sempre molt més lluny, més lluny del demà que ara ja s’acosta. I quan creieu que arribeu, sapigueu trobar noves sendes.
Kavafis/Lluis Llach
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Minuto 6:


viernes, enero 15

 
Por los contratos. Los brindis. Y las servilletas de papel.

- Por los hermafroditas que han visitado mil ciudades (cosmopolitas??). Y porque lo llevo en los gérmenes, dice mi madre.
- Por los que saben que simplificar no es simple.
- Por las canciones que engañan al empezar.
- Porque esta luz azul te sienta tan bien.
- Por los imperdibles que se pierden.
- Por el café Real, los recuerdos y los encuentros.
- Por los brindis con ojos. Por los suspiros sin boca. Por las canciones que se bailan con el corazón.
- Por el síndrome de estocolmo. Y por las canciones comerciales.
- Por los locos. Por los curas. Por las locuras.
- Por todos los años que hemos cumplido y todas las palabras que hemos olvidado.
- Por la vida esta noche.
- Por las historias, que si sólo son de amor, no merecería la pena contarlas.
- Por los mojitos y porque mojemos.
- Llovía mucho, sí. Pero fuera, no dentro.


martes, enero 12

 
Sigo enganchado a la canción del post anterior. Aunque la alterno con Fito. Con paseos cortando el frio con el aliento. Con carreras. Con sueños. Con emails. Con sms's. Con canciones de cumpleaños. Con besos. Con abrazos. Con llamadas perdidas. Con sonrisas agotadas. Con menosprecio. Con gritos. Con miradas que no se miran. Alterno la canción del post anterior con todo lo que se cruza en mi vida. Es como cuando te columpias muy fuerte y el aire penetra, sin que quieras, abriéndote los pulmones. Y te saltan las lágrimas sin que en realidad quieras llorar, ni estés llorando. Es la vorágine de circunstancias que te engulle sin que puedas digerirlas. Creo que hoy tampoco me voy a saber explicar.


domingo, enero 10

 
The Man Who Can't Be Moved (pero por otra razón).
El frio que me rodea cada vez llega más cerca de los huesos. Y más rápidamente. Primero narcotiza la piel, luego entumece los músculos, solidifica la sangre en las venas y finalmente muerde los huesos. Dentellada seca que precede a la muerte. Parálisis de la vida. Frio, dentro y fuera de mí. Por suerte, de vez en cuando, alguien te da una friega en la espalda. Te insufla un soplo de calor. Te da un rescoldo de vida:


lunes, enero 4

 
Cuando emprendes un viaje sin tener una dirección concreta, se abre ante ti todo un mundo por explorar. Pero en el momento en que decides elegir un camino, o la realidad de alguna forma te conduce, las posibilidades se van reduciendo. Hasta que un día te detienes, porque crees que has llegado a tu destino, o porque te sientes cansado, o porque las circunstancias te obligan a hacer un alto, y todo ese mar de posibilidades acaba reducido a un charco. El charco en que tú mismo y todo lo que te rodea se han convertido. Y a veces nos conformamos con seguir viviendo en ese charco, y seguir soñando en todo un mar de posibilidades que nunca nos decidiremos a explorar. Que el 2010 sea mi excusa perfecta para envolver mi vida en un hatillo y empezar a caminar sin dirección. A explorar el mar. Tracatrá.

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