jueves, septiembre 5
De murallas y castillos
Todos trazamos murallas infranqueables a nuestro alrededor, como si fueramos un castilo. Murallas protegiendo nuestro corazón, murallas alrededor de nuestro día a día, gruesas paredes que guardan celosamente nuestra vida de las personas sin ética o sin escrúpulos que sólo buscan encontrar una brecha entre los muros para saquear tu ciudad, incendiarla y salir corriendo.
Pero todo castillo tiene puentes que a veces tendemos. Para salir a pasear y ser acariciados por los rayos del sol, para admirar las estrellas y sentir la noche, o para cobijar al viajero. En esas contadas ocasiones somos tan vulnerables como felices. Decimos: aqui tienes mi ciudad, haz de ella lo que quieras. Este es mi corazón, pícalo con ajo y perejil y haz croquetas. Esta es mi vida.
Y puede que permanezcamos vigilantes ante el puente levadizo, o puede que bajemos al guardia, y permitamos que invadan nuestra ciudad impunemente.
Lo importante es que hemos bajado el puente, y de repente nuestro corazón es una croqueta que cualquiera puede sostener en su mano y comer (si le apetece). O tirar a la basura. Lo importante, es que aún creamos en el amor y seamos capaces de bajar ese oxidado (o no) puente levadizo. Lo importante es que seamos capaces de sentirnos vulnerables de nuevo. Porque si no creyeramos en el amor, nunca seríamos vulnerables ni (paradójicamente) felices. Porque todos llevamos nuestra criptonita particular colgada del cuello. Esa que nos hace bajar los puentes levadizos.
Pero todo castillo tiene puentes que a veces tendemos. Para salir a pasear y ser acariciados por los rayos del sol, para admirar las estrellas y sentir la noche, o para cobijar al viajero. En esas contadas ocasiones somos tan vulnerables como felices. Decimos: aqui tienes mi ciudad, haz de ella lo que quieras. Este es mi corazón, pícalo con ajo y perejil y haz croquetas. Esta es mi vida.
Y puede que permanezcamos vigilantes ante el puente levadizo, o puede que bajemos al guardia, y permitamos que invadan nuestra ciudad impunemente.
Lo importante es que hemos bajado el puente, y de repente nuestro corazón es una croqueta que cualquiera puede sostener en su mano y comer (si le apetece). O tirar a la basura. Lo importante, es que aún creamos en el amor y seamos capaces de bajar ese oxidado (o no) puente levadizo. Lo importante es que seamos capaces de sentirnos vulnerables de nuevo. Porque si no creyeramos en el amor, nunca seríamos vulnerables ni (paradójicamente) felices. Porque todos llevamos nuestra criptonita particular colgada del cuello. Esa que nos hace bajar los puentes levadizos.
Comentarios:
Dale un muerdo al 'prozac' y congela esas croquetas, dear... va a ser lo mejor!
P.D.: me encanta esa canción!
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El increible post cambiante!!
Anoche era distinto (y más desgarrador) Coco.
¿Ya no ofreces tu corazon para la masa de las croquetas?
¿Ya no la invitas a cruzar el puente?
.... Mira que eres voluble, cariñín!
La canción, preciosa. Como siempre.
Anoche era distinto (y más desgarrador) Coco.
¿Ya no ofreces tu corazon para la masa de las croquetas?
¿Ya no la invitas a cruzar el puente?
.... Mira que eres voluble, cariñín!
La canción, preciosa. Como siempre.
Bueno... El corazón para las croquetas lo has vuelto a poner. Pero y aquello de "cómelo o tíralo a la basura" "hasta que la Muerte -o Telefónica- nos separe"??
Me encantaba. Parecía un bolero. :)
Me encantaba. Parecía un bolero. :)
Gracias, gracias, Coco.
Aunque este post tiene poco que ver con el que leí de madrugada, acceptaremos pulpo.
I no soc anònima. Nomes una mica timida.
Petonets de iaia
Aunque este post tiene poco que ver con el que leí de madrugada, acceptaremos pulpo.
I no soc anònima. Nomes una mica timida.
Petonets de iaia
Escudos.. ¿ qué es eso?
Menú de mi cocina:
Ayer croquetas
Hoy albóndigas
Mañana ...
Pasado...
ejem.
Muas!!!! (con perejil) Que no falte el perejil.
Menú de mi cocina:
Ayer croquetas
Hoy albóndigas
Mañana ...
Pasado...
ejem.
Muas!!!! (con perejil) Que no falte el perejil.
No se. No lo acabo de ver igual que tu. Desde que termine de analizar el post anterior, he comprobado como el pragmatismo me acecha. Pese a que procuro ignolarlo solo consigo avivar su pertinaz insistencia. Me insta a abandonar cualquier conato de sueño o aventura, recordandome el triste final de la tonta de Verona, como es ahora conocida. Nadie saqueara mi castillo ni amenazara las murallas pero no veas lo tranquilo que se vive.
Y ahora ya, hablando de ti , Te contradices un poco o es cosa mia?
Y ahora ya, hablando de ti , Te contradices un poco o es cosa mia?
Dale un muerdo al 'prozac' y congela esas croquetas, dear... va a ser lo mejor!
P.D.: me encanta esa canción!
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