viernes, junio 1

 
Cuando uno ve suciedad cada día, se acostumbra a convivir con ella. Con las pelusas debajo de la cama. Con la costra negra en la bañera. Con los salpicones de aceite en la encimera. Y con la mierda que envuelve la tecla que se usa para borrar lo que luego (tarde o temprano) volverás a escribir. Por no hablar de la tecla de inicio, retroceder página, insertar o suprimir. Creo que de un momento a otro, me va a dar una embolia o algo.

Comentarios:
Però què exagerat arribes a ser!!!! Jo no escric, així no cal esborrar...

Au pren-te una copeta i ja veuràs com les peluses desapareixen jijiji

Petonets Coco
 
Yupi!!!
Petonets Lluna.
 
Vente pacá, que te doy con el plumero...
 
Mmmmmmmm. Guapa!
 
A mí me pasa con la suciedad en los objetos lo mismo que con la suciedad en las personas: la que me preocupa no es la que se ve.
En cuanto a la tecla de Borrar del ordenador, suelo usarla poco. Y no es porque me equivoque poco, sino porque a lo escrito, a lo mencionado, a lo enviado, a lo sentido, a lo hecho...pecho!
 
aviso al sem que te traigan un despabilador ,
un abrazo.
 
¡¡Te has olvidado las pelusas del ombligo!! :P
 
Para que veas que no eres el único: no soy capaz de distinguir entre la mierda de tus teclas y la mierda de mi pantalla.. jajaja
 
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