viernes, abril 29
Hoy he dado un paseo hasta el super. Me he cruzado con mucha gente que caminaba sin chaqueta y en camiseta, algunas incluso de tirantes, otros iban con paraguas, algunos con abrigo y botas de agua. Me encantan las chicas que lucen medias transparentes y calzan zapatos con tacones imposibles, como haciendo equilibrios funambulasistas sobre un alambre invisible. Por otro lado, el murmullo de las voces, el estruendo de los claxons y de los gritos, el ruido del tráfico: formaban la banda sonora de la ciudad. Una brisa fresca que anunciaba una inminente tormenta limpiaba por dentro al tiempo que ponía la piel de gallina. Pero no de miedo. Más bien de renovación. Era como si los vórtices del propio viento arrastraran hasta la ciudad una maravillosa sensación de calma. Un precioso olor que la sumergiera en él y la volviera del revés, como a un calcetín. Era como si, mágicamente, tan solo con soplar pudiera dejarlo todo limpio e inmaculado. Incluso a mi.
Comentarios:
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Yo sin embargo he salido y me ha caído un chaparrón encima después de haberme pasado media hora alisándome el pelo.
Curioso lo que comentas. Yo escuché las mismas palabras en un contexto distinto y francamente deplorable: una pelea de pareja feliz (o no tanto) en Ikea.
Y haciendo cola, que es lo peor.
Peleaban sin cesar sobre no sé muy bien qué. Y él concluyó espetando en un tono elevado y tajante: "la fidelidad no es sinónimo de servidumbre"
Volví a casa pensando en esta frase.
Mientras aquí también llovía sin cesar
Y haciendo cola, que es lo peor.
Peleaban sin cesar sobre no sé muy bien qué. Y él concluyó espetando en un tono elevado y tajante: "la fidelidad no es sinónimo de servidumbre"
Volví a casa pensando en esta frase.
Mientras aquí también llovía sin cesar
Me encantan las chicas con tacones. Será por eso que se me da tan bien caminar por la cuerda floja...
¡Besos!
¡Muchos!
¡Besos!
¡Muchos!
Ayer el chaparrón me pilló en la parada del tramvia... llovia tanto que me quedé calada hasta los huesos.Curiosamente, la gente a mi alrededor parecia no sentir el agua que les empapaba; sólo tenian un objetivo: llegar al campo del Barça para ver si llovian goles... todo es cuestión de interesses. Atchis!!Bona nit!
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