jueves, octubre 21

 
Esta semana ha sido bastante caótica. Y ecléctica. Este absurdo clima reinante, de calor y frio, me confunde ante las puertas del armario, siempre me pongo lo que no toca. Ayer me inscribí en la maratón de Barcelona, y si en Marzo sigo corriendo, sigo vivo, o las dos cosas a la vez, me tocará sufrir. Hoy he cambiado las cuerdas a la stratocaster, y el fin de semana saqué brillo al suelo de todo el piso, aunque ahora ya no luce nada. Aparte de tan notables efemérides, he constatado tres cosas: mi escepticismo ante el amor eterno sigue aferrado a mi ombligo. Odio ver la televisión. Y no creo en Dios. Así que definitivamente he abandonado los tres recursos más socorridos por los humanos para que la vida se antoje más fácil. El amor eterno ayuda a olvidar la dolorosa tarea de soportarnos a nosotros mismos, de entendernos y de querernos: lo hace otro por ti, es un chollazo. Por otra parte, la televisión te ancla permanentemente al presente y evitas así la extenuante necesidad de planear constantemente el mañana, y de pensar en el pasado que siempre pone trabas en los pies, son 24 imágenes por segundo que encarcelan la mirada liberando al espíritu de la necesidad de hablarse con los otros cuatro sentidos. Dios, por último (y perdonad por la longitud del post, pero hoy necesitaba vomitar), acaricia desde el más allá nuestro pelaje de mamíferos y nos promete una recompensa eterna a cambio de que olvidemos la insoportable perspectiva material de que algún día todos nuestros ínfimos placeres terrenales desaparecerán para siempre. Y con ellos nosotros (caspa incluida) y nuestros sueños.
Por tanto, habiendo elegido vivir sin amor incondicional, sin narcótico diario y sin perspectiva de que mis pequeños placeres y mis sueños duren para siempre, creo que no he elegido la via de la facilidad para pasar por este mundo. Lo cual, no es muy inteligente por mi parte que digamos. Pero es que yo, inteligente, no soy.

Comentarios:
O sea, que no queda más alternativa que la caspa y correr...
Jo!

P.D.: palabro de verificación "paquer" sieejjjjqueeee
 
Amor, tele y Dios. Es que suena a tanta mentira...
 
Bueno, míralo con perspectiva: la tontería es otro estado de inteligencia.

Eres encantador.

Besos.
 
Amén
 
Pues tu no serás inteligente pero tus letras lo son y mucho!

Un abrazo!
 
Esclavizados al amor, la televisión y a Dios, es eso lo que esclaviza nuestra mente...

Y estoy de acuerdo, como bien dicen por ahí "tú no serás inteligente, pero ah! tus escritos sí que lo son..."
 
Et necessito, bobo meu...
 
pues bueno, lamento decirte que estás como la mayoría. yo a pesar de mis experiencias funestas no he perdido la fe en el amor, es la base de la vida y sé que existe. Y últimamente me están sucediendo unas cosas muy extrañas (sueños premonitorios) que me han cambiado mi esquema estructural. Desde que me replanteo el tema del destino escrito ya no siento tanta carga sobre mis hombros. Un abrazo.
 
Creo que hablas de las 3 cosas que hace que los humanos parezcamos realmente gilipollas....asi q no creo que no seas inteligente.

Besos!
 
Yo tengo un conocido que dice que vende Biodramina como remedio fraudulento para el drama de la vida. La pruebo y te cuento. Hasta luego (Adiós ya no encaja en tu nueva versión). Un beso, si se puede, claro.
 
Mucho texto pa' ti... ¡¡andevadarrrr!!

Si una no puede ni leérselo...

:)
 
Y yo que tampoco creo en el amor eterto, apesar de la sorpresa de muchos...
 
Inteligente no se, pero listo!!!!

Mil bsos.
 
Has elegido vivir sin amor? No, no me lo puedo creer.

Inteligente o no, no se si vivir en ese estado es la idea más acertada.

Uffff sin amor, sin amor? no no, que va!

Un placer encontrarte y visitarte.

Un petó.


** MARÍA **
 
oh gracias por este post. Ahora lo entiendo todo. Ni amor, ni tele, ni dios. Eso lo explia todo. Beos filósofo y felicidades por esta acertada reflexión.
 
Suerte tienes de al menos saber que esas tres cosas no son para ti, o que no crees en ellas...En mi opinióin es peor vivir en la incertidumbre.
 
Me apunto al club de los no inteligentes. Suerte de los Kleenex.
 
No te engañes, decimos muy sonrientes que no creemos en el amor, porque el muy cochino, se resiste a que lo encontremos, sino, estaríamos babeando igual que todo hijo de vecino que tiene la suerte de darse de narices con él, (El tiempo que dure, es lo de menos).
En cuanto al televisor, es una droga dura que cumple su función, adormecer al personal, (Y escucha esto, estar despierto en un mundo de dormidos, es un asco).
Lo de Dios es harina de otro costal, personalmente no tengo dudas…para mí nunca existió.

Un beso
 
Me has deslumbrado (hasta da apuro comentar...); genial, coco, genial.
Y besos. Y buenas noches. Y cuídate mucho.
 
Bravo!
P.D: a ver si dejo de vivir sometida al disney channel...

Muaka
 
Bueno, un amor incondicional y eterno, no, pero amores que te ganes día a día y que se acabarán en algún momento, de esos sí hay, y también dan calor.

De la tele y de Dios no tengo más que anyadir a lo que tú has dicho.

Y el pasado siempre pone trabas a los pies? Eso también tenbdríamos que discutirlo, pero paro ya, que no quiero que el comentario sea igual de largo que el post ;-)

Un abrazo.
 
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