viernes, junio 12
Me mira con aire divertido, no parece encontrarme raro, se diría que no le extraña nada de mi. Puedo expresar mis pensamientos, incluso cuando se mezclan o se confunden en mi cabeza, en ese inmenso desorden que me caracteriza por dentro. Puedo ser yo mismo. Puedo decir obscenidades, cursiladas, frases inmensas o gilipolleces, sin que me lo reproche. Sólo sonrie. Porque sabe lo que quiero decir y sabe el significado de todas y cada una de las estupideces que digo. Y lo que es más importante, el significado de mis silencios. Que por propia pereza, o por otorgarme una tregua me doy a menudo. Apoya su frente en mi oreja y me ensordece. Frente a un mar tan azul como el cielo. Un pedregal, y un tetrabrik de piña. Y quiero hablar durante tanto tiempo, como si interpretara un monólogo en un teatro, que se me enreda la lengua con los dientes, y solo consigo decir frases incompletas, palabras sin sentido y muchísimas estupideces. Y ella me mira con aire divertido.
Comentarios:
<< Inicio
Maravilloso tener a alguien que te sepa escuchar y respete tus mudeces y tus ruídos.
¿Lo ves, Coco? Eres afortunado.
Besicos,
Y PLIÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑ!!
¿Lo ves, Coco? Eres afortunado.
Besicos,
Y PLIÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑ!!
Cocoooo, si tornes a fumar et matooooo....!!!!!!!!!!!!!!!!!
Petonets d'axuxar, d'estrujar i d'estimar.
Petonets d'axuxar, d'estrujar i d'estimar.
Si!! total y absoluta ficción, jaja Por qué no lo crees? Mis relatos suelen ser hiper-realistas y me sobra imaginación. Por cierto, te texto me gustó mucho y parece muy 'real'. Un beso!!
El instante de felicidad no puede describirse, no tiene nombre, al igual que tu post, que no tiene titulo.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio
Suscribirse a Entradas [Atom]