miércoles, agosto 27

 
A veces.
A veces odio esta especie de ataques de misantropia mística que parece que me condenen al insomnio y me obliguen a escribir a las quinientas de la noche. Cuando todo el mundo en su sano juicio ya duerme. Quizás sea por la sensación que tengo en ocasiones de que somos como gotas de agua deslizándose por una ventana en un día de lluvia. Gotas que casualmente, sin querer, a veces cruzan sus caminos. Y entonces se besan y se funden para formar una gota mayor, aunque sólo sea para después volver a separarse. A veces sin dolor. Y otras como lágrimas de angustia y desconsuelo que rompen contra un cristal. Y quiero creer que es por alguna razón. Loable. Estoy convencido. Aunque mejor mañana le doy un par de vueltas y me lo pienso dos veces. Porque ahora mismo, me resulta dificil explicar porqué se cruzan a veces nuestros caminos. Porqué se enredan. Ni porqué tenemos un gemelo, como una gota de agua, que nos toca, se funde, se cruza en nuestras vidas y desaparece. De hecho, quedándose tan pegada a ti, que te cubre como si fuera una lámina invisible. Que se funde hasta formar parte de tu piel. Y siempre está ahí. Siempre. Y a ratos te sientes tan bien que amas ese recuerdo con locura. O tan fatal que lo odias, porque en ocasiones hay gotas que rozan hasta producir ampollas que duelen terriblemente.
Suerte que cosas así sólo suceden a veces. Quizás una vez en la vida. O incluso dos. O docenas. O ninguna.


Comentarios:
...pero a ti te pasa más veces y sólo lo puede entender a quién la pasa lo mismo, porque es como lo describes y muuuuucho más. Si el alma existiera, éstas se amarían íntimamente en cualquier momento, pero en la noche uno lo nota más, a veces nos envuelven y nos abrazan con un calor que no sé expresar, que es la forma que tememos de notar su amor, porque es extracorporal.
No es cuento, es una certeza vivida.
Hoy soy anónima.
Sonrisas
 
Tienes razón.
 
Esta mañana, en mi taza, hay varias gotas, supongo que formadas por condensación, ó por casualidad, que lo mismo da.
Y juegan a tocarse, fundirse, separarse, acompañarse, enredarse,perseguirse.
No sé si se aman ó se odian ni lo voy a poder averiguar ahora. Ni luego, porque ya no será momento. Así que mejor disfruto su coreografía y despido a la que parte a tu lado de la pantalla. Hasta tu piel; cuídate.
 
El agua es vida, a pesar de que a veces ahoga y otras sacia, y en días como hoy inpira.
 
no le des más vueltas, piensa en el sexo.
 
Ese es un consejo genial. Aunque no todo en esta vida tiene que ser sexo. De vez en cuando, también está bien follar.
 
Esperanza, Eva. Gracias por los comentarios. Son preciosos, los dos.
 
Por suerte suceda las veces que suceda, siempre hay otros mares en los que ir a parar.

O eso quiero creer cuando me siento de nuevo convertida en gota...
 
hola dragón de 44 años, creí que tendrías 42 para ser un dragón, eres super divertido, ¿bonobo?
nuevo año nueva vida en barcelona...es maravilloso
 
...y se moja el alma.
 
Si tuviera un alma seguro que sería un alma gemela aunque no sé de quién, tampoco sé por qué sucederán los ataques de misantropía mística, aunque la palabra me suena...
hace tiempo que te leo pero hoy me he sentido un poco gemela.
 
Muy bela postagene, Coco.
Pero tienes razón. Nosotros "tenemos ocasiones de que somos como gotas de agua deslizándose por una ventana en un día de lluvia"
Abrazos.
 
como gotas q caminan por los improvisados regueros buscando el principio de su ciclo...
(preciosa la canción, triste, pero preciosa)
 
Suerte que esas cosas suceden a veces,sí, aunque duela, pero y mientras no duele?...
 
ay, coco.. sigues consiguiendo llegar hasta lo mas profundo de mi cabecita y desarmarme.
besos.
 
"Y todo por haber amado tanto" Felix Grande
 
Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]