lunes, diciembre 3
Retrovisor.
A veces, en el retrovisor interior de un coche se proyectan películas. Mudas. En blanco y negro, pero sin subtítulos ni música. Películas con actores estupendos, que son capaces de transmitir sentimientos tan solo con muecas y gestos. Historias dramáticas, con golpes en el salpicadero y niños llorando en el asiento trasero. Comedias, con sonrisas idiota. Eróticas, con amantes que se comen a besos en cada frenazo. Y luego están los que siempre te joden el final haciendo sonar el claxon un segundo antes de que el semáforo se ponga en verde. En fin. Películas.
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Magia en la canción y magia en tus letras; y magia en el trocito de espejo. Levantar los ojos en oblicuo y encontrar un punto de partida ó de llegada, ó de regreso. Sorprendernos con que hay vida más allá de nuestro ombligo.
Siempre (casisiempre) aprendo algo de tus líneas. Besos desde el cálido otoño-007.
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Siempre (casisiempre) aprendo algo de tus líneas. Besos desde el cálido otoño-007.
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