lunes, noviembre 5
Déjame vivir. Libre como el aire.
Hace años encontré el amor de mi vida en el interior de una probeta de laboratorio, mientras mezclaba atenta y minuciosamente diversos componentes extraños. Al calor de un mechero bunsen, vi que algo se removia en el interior de la mezcla, intentaba abrir mucho aquello que parecían ojos. Era tan perfecta. En cuanto la vi, descubrí que llevaba toda mi vida deseando encontrarla. Y de su mano, también hallé la felicidad; con el tiempo nos hemos llegado a conocer tanto que no sé ponerme a combinar elementos sin pensar en ella, ni evitar evocarla de nuevo; porque creo que es la solución de mi vida. Y he prometido no dejarme seducir por la primera disolución que se mezcle en mi matraz. Nunca. Ni por todas las pipetas del mundo. Porque adoro su transparencia, su aroma, la elegante viscosidad que le da forma. Y la sensación de lujuria que inspira la luz reflejada en su cuerpo.
Comentarios:
<< Inicio
Nunca vi una bailarina tan sensual :))
Me parece muy buena idea esa, acostarse con la primera disolución que se te cruza, que mal rollo...
Así me gusta, coco, que cumplas tus promesas ;)
Me parece muy buena idea esa, acostarse con la primera disolución que se te cruza, que mal rollo...
Así me gusta, coco, que cumplas tus promesas ;)
me has recordado "el mescalina soy feliz cuando entras dentro de mi..." y es que estoy estudiando algo de Historia del Arte y me toca la Psicodelia... El video es muy bonito, me cae bien el Pau. Y el Coco.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio
Suscribirse a Entradas [Atom]