miércoles, agosto 22

 
Sobre los recuerdos.
Los recuerdos son como arañas que se agazapan en el fondo de los cajones, en los rincones de los trasteros. O se esconden al amparo de las sombras, en los pasillos. Y nos miran inmóviles desde la oscuridad, atentas a su presa, esperando el más nímio error, un paso en falso, para abalanzarse y alimentarse de tu alma. Y lo hacen de noche, cuando casi todos duermen, meciéndose al compás del tic-tac de un reloj de pared. Tejen sus redes entre las estilográficas que nunca funcionan. En los calendarios pasados de moda. En los retratos en sepia que siempre miran a los ojos. En los libros que huelen a rancio y al abrirlos provocan estornudos. En las canciones de tu niñez. En tus comics. Insistentes e incansables, van vistiendo todo lo que está a su alcance, al tuyo, con una invisible tela de araña. Con un inconfundible olor a nada, con un terrible sabor a nunca; y con el sonido de unos hielos en un vaso vacío. Quizás sea por eso que, en las noches de insomnio, cuando nos da por buscar en los cajones, abrir libros, o poner música; los dedos se pegan a la nada, la lengua se revuelve en el nunca, y los oidos se aferran al silencio. Y quedamos atrapados, pegajosos, tocados, hundidos; moribundos. Porque no es la soledad la que te ahoga en la melancolía. Son las telas de araña que tejen los recuerdos las que, cuando menos lo esperas, te atrapan, te envenenan, te amortajan y te devoran.


Comentarios:
Tanto mi hermana como yo, recordamos siempre este video como "el del tio con el pelo raro, los labios rojos y las arañas acojonantes". Ni siquiera hoy me he atrevido a volver a verlo. Pero sólo tú Coquete sabes como arreglar un día lluvioso...
 
Gracias, corazón.
 
Que razón tienes...
Bienvenido!
 
Y peor aún es no tener ni una mala telaraña que te atrape con sus recuerdos.

:-* :-*
 
Si que son jodidos a veces. Aunque te recomiendo, eso si, que acabes inmediatamente con los relojes que suenan por la noche. No ayudan nada.

Me gustó mucho

Se feliz
 
Tienes toda la razón, por las noches los recuerdos (y el pudo haber sido), se presentan inflexibles ante nosotros... Me encantó la entrada.
 
Y qué fue de aquellos recuerdos dulces que traía una linda mariposa que se posaba en la nariz...

No quiero pensar que se la comió la araña.
 
uff los recuerdos atormentan bastante y yo mañana estare muy cerca de los mios...tengo vertigo.
 
No hay nada peor que un mal recuerdo, pero eso tiene remedio :)) sólo tienes que dejar el pasado atrás y vivir instantes maravillosos, as,í cuando en tus noches de insomnio abras el cajón de la mesilla, no habrá arañas esperando deborarte, quizás te encuentres con la mariposa de "marc"...
Un besito mientras tejo ;-)
 
nostalgia militante. así son.

hermoso.
 
Viva el presente húmedo, caliente y palpitante!!!
 
.. ¡que malas son las arañas! ¡grrrr!..
.. un saludo desde mis colinas, coco..
 
Y esos recuerdos que gusta que te atrapen, que te devoren... Sumergirte en ellos y no querer salir jamás.
También hay de esos, con olor y con sabor inolvidables.

L.
 
Como el roquefort.
 
este en concreto, este post, brutal, yo no lo hubiera explicado mejor.
Por cierto el lunes me ponen internete en casa !!!!
 
Yupi!!!!!!
 
Olor i sabor inoblidables...per sempre més guardats al cor, anònim L.
 
Un traductor, por favor.

L.
 
Hace un tiempo que ya hablaste (y nos dejaste hablar a "nos" de esto en tu Blog).

Yo le llamé entonces Melancolía. Un tipo de melancolía pseudomasoca.

La memoria. No seríamos nada sin ella.

Es lo que nos construye.
Y lo que nos alerta.
 
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