lunes, marzo 19
en el tren.
Esta tarde salía de Barcelona con los bolsillos llenos de besos, de miradas, de risas, de fotos y de verdades compartidas. Me he instalado en el primer vagón del tren y he mirado a mi alrededor. Frente a mi, una chica de más o menos mi edad, que lucía un collar de perlas y un escote a la altura del ombligo, ojeaba el periódico gratuito. De pie, apoyada contra el respaldo de mi asiento, otra de unos veinte, vestida de paracaidista, me rozaba el hombro con el culo. Parecía tener la mirada perdida en la diadema de una chica de color que se sentaba más allá, y hablaba con una señora que se tapaba la boca con un velo negro, a juego con su túnica. En los asientos para dejar libres, a la izquierda, un chico con barba se concentraba en su ipod, como si en ello le fuera la vida. De repente, la chica de enfrente ha tirado el periódico al suelo, como si le hubiera mordido. Ha susurrado: "dios" y ha empezado a llorar sin hacer casi ruido. Le he ofrecido un kleenex. Me ha sonreido y le he preguntado si estaba bien. No me ha mirado, se ha inclinado a recoger el periódico. Ha buscado entre las páginas y me ha señalado con el dedo una noticia: una mujer en Hamburgo, después de dar a luz a una niña, la ha metido en una bolsa de plástico y la ha lanzado al vacío desde un veinteavo piso. No he podido evitar ponerme a llorar. Me ha ofrecido mi propio pañuelo. Le he dado las gracias, me he sonado, pero no he podido dejar de llorar.
Comentarios:
<< Inicio
Siempre estás en el lugar apropiado y en el momento oportuno con tus kleneex.Y donde está el escote más grande,todo hay que decirlo,jodío!.
Y yo con mi bufanda mil colores.
jajajaja
Beso!
Y yo con mi bufanda mil colores.
jajajaja
Beso!
Guapo coco, yo también te paso un kleneex, pero no mires más los periódicos ¿Vale?
Besos y más besos
Besos y más besos
Lloramos juntos al mismo tiempo,...
lloro suave y silencioso el tuyo,
lloro compulsivo el mío,
desahogo por una vida inocente,
suspiros por nuestras vidas,...
lloro suave y silencioso el tuyo,
lloro compulsivo el mío,
desahogo por una vida inocente,
suspiros por nuestras vidas,...
Klenex va, y klenex viene..pero esta vez, su es uso restringido a paliar las lágrimas surgidas del dolor de la impotencia ante un caso más de locura humana...hay cosas que no se entienden, y por eso mismo, aunque ajenas, duelen tanto...
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio
Suscribirse a Entradas [Atom]