lunes, noviembre 6

 
El otro día me levanté con el pie izquierdo, y después de enzarzarnos en una bronca tremenda, decidí prescindir de él. Ya no voy a girar, mover ni flexionar la pierna que lo une a mi cuerpo. Ni si quiera daré puntapiés a los balones que se crucen en mi camino; ni a los políticos, eso costará algo más. No volveré a arquearlo sobre la rodilla para hacerme el interesante, ni hincharé los gemelos en la piscina para impresionar a las guiris. A partir de ahora me pondré su calcetín atado al cinturón y el zapato correspondiente colgando de una oreja. Y si quiero cruzar un paso cebra, tendrá que ser a la pata coja, al menos de momento, que ya me estoy planteando seriamente si realmente necesito para algo el pie derecho.

Comentarios:
Ja,ja,ja!!!

Pero si tu pie izquierdo es precioso! Al menos la parte que se te ve! En cualquier caso QUIERO VER TU PIE DERECHO!
 
¿Y el del centro?
 
Ja,ja,ja... Vale! También.
 
Vale!
 
Un besote!
 
Qué hacer con el pie derecho:
Ve a cenar a un restaurante.
Pon delante de ti a la persona deseada (sexualmente hablando).
Deja que tu pie derecho se mueva libre debajo de la mesa.
Mira su cara y seguro que no vuelves a plantearte la necesidad de tenerlo.
 
Di que sí, que los pieses izquierdos tienen muy mala pata.
 
Daigual, pero... ¿me quito el zapato?

Exagerada! qué ilusión! ya me contarás qué tal sienta saltar el charco.
 
Como te digo en otra parte: a mí me pones más a tres patas que a cuatro. Hummmmmm...

jajajajajaja
 
jajajajajajajaja.
 
Te quitas el zapato, te quitas el calcetín, te quitas el pantalón, te quitas la corbata, te quitas la camisa, te quitas la ropa interior, se la quitas toda a ella, quitas todo lo que hay encima de la mesa, os ponéis encima... y no sigo, que es hora ya de plegar y me está cogiendo un calorcito de pleno mes de agosto.
 
La ley de Murphy es clara:Justo cuando hayas prescindido de ellos te darás cuenta de que los necesitas.
Besos
 
Vale, Daigual, lo haré. El problema será cuando queramos volver al mismo restaurante.

Cierto Irene, Y que además ellos no me necesitan a mí.
 
Te reconciliarás con tu pie izquierdo, te lo aseguro, y dejarás de volcar tu enfado con él en el derecho. Volveréis a ser amiguines los tres!! o los cuatro??
Por cierto, las casualidades no existen, así que sin duda, es el destino. Lo mismo me quieres y aún no lo sabemos.. jaja, besos y a cuidarse toca.
 
aynosé, aynosé. Si las casualidades no existen, entonces ¿porqué Aznar llegó a ser presidente del gobierno?
¿¿??
Besos.
 
en este momento no te veo con la capacidad de prescindir de tus pies.. las muletas ya son incomodas, imaginate una silla de ruedas, coco! anda, haced las paces...
besos
 
Vale!
Besos, princesa.
 
Poco te durará... yo sé que al final volverás al pie izquierdo... que yo de pies sé un rato largo :-)
 
:)
 
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