lunes, septiembre 4

 
Esta mañana, al levantarme, no he podido entrar en el cuarto de baño porque me he encontrado con una cucaracha gigantesca instalada en el plato de la ducha. Y no es que a mí me importe asearme en compañía, es que ella se ponía histérica cada vez que pulsaba el interruptor de la luz. Como si yo no hubiera visto nunca a una cucaracha desnuda. Y claro, no iba a afeitarme a oscuras, con el pulso que tengo yo los lunes antes de desayunar, no quiero ni pensar en la carnicería. Así que he pasado un largo rato junto a la puerta, sumido en la oscuridad, susurrándole canciones de Julio Iglesias para intentar tranquilizarla, hasta que no he tenido más remedio que dejarla y vestirme a toda prisa para no llegar tarde a la oficina. Me he pasado todo el día pensando en ella y no he dado una a derechas. Para postre, tenía tantas cosas que hacer que he salido a las quinientas, y cuando he entrado por la puerta de casa me he encontrado a la cucaracha instalada en el sofá, dándole gusto al mando a distancia y comiendose las sobras de la cena de ayer. Antes de que pudiera abrir la boca para protestar, ha cruzado los cuatro brazos y, con gesto de reproche, me ha preguntado: "¿tú crees que estas son horas?". Desde entonces vivimos juntos y somos muy felices, aunque es un poco rollo esto de que a la calle no pueda salir de día por el tema de la luz. En cuanto oscurece, se pinta los labios, se enfunda una minifalda y se larga sin dar explicaciones ni encomendarse a la virgen; yo creo que tiene un lio con alguien del barrio, pero me da igual. Tampoco sabe cocinar, aunque come como una cerda. Y por las mañanas, el aliento le apesta a coñac barato, y los pies a quebab con cebolla y queso azul. Y, si bien es cierto que sólo llevamos un día viviendo juntos, sopesando los pros y los contras, creo que será mi pareja ideal. Porque aunque a veces pienso que tiene un poco de morro por haber aparecido en mi ducha sin llamar antes por teléfono, por no pegar ni un palo al agua, gorronear toda la comida que encuentra y largarse de pendoneo sin decir ni mu; estoy convencido de que así empiezan las grandes historias de amor, con sus pequeños contratiempos que cuando logran superarse ayudan a fortalecer y a estrechar la unión. Y sobre todo, creo que es la cucaracha de mi vida porque cuando está de buenas, me pasa el mando a distancia y me deja ver el canal porno de digital plus.

Comentarios:
Cada vez que te leo, coco, pienso que la originalidad es una gracia de los cielos, repartida con una varita mágica a modo de salero. Y que a ti te tocó ese premio gordo...
 
Como tú no me quieres tocar...
 
Hazte valer, coco.
Si no, en un par de días más te veo desahuciado, pasándole pensión y todo eso.
Vaya carácter!
Que tengas mucha suerte, y que el amor pueda con esas pequeñas cosas.
Un beso.
 
Te entiendo. Yo tampoco soy capaz de pisarlas.
 
Dale tiempo a la bicha y veras como ni el canal porno te deja ver, porque asi como empiezan estas historias asi terminan, con la nena, dando ordenes y mandandote a dormir al rincon mas alejado de casa, te obligara a darle de comer, a limpiar todo lo que tiras, porque dentro de toda cucaracha, vive una peor.
Saludos :)
 
Me ha encantado tu historia!
Coco, yo tengo una cucaracha macho instalada en mi baño. Como es tímido y tiene miedo de mi gato (que él es mi pareja ideal, porque si le acaricio o le lanzo un beso nunca me lo desprecia) no sale muy a menudo, pero se monta unas fiestas impresionantes en el vidé. Si al final tienes un desengaño, o te unes a la orgía de mis cucarachas o me traes a la tuya para olvidarte antes de ella. Hay muchos bichos por ahí para ti...
Saludos!
 
A mi no me acuden ni las cucarachas , pero he probado con algún sapo y tampoco me funciona , en fin que ni reptiles ni insectos, probare con algún pájaro haber que tal , aunque espero que no se me ponga a canturrear las mañanas de sábado .

Un Besazo coco

PD: Me encantas ¿puedo ponerte en los enlaces de mi pagina?
 
PD: Será un honor.
 
Pero qué ajko podiosh!, ¿Es que no te enseñó tu mamá que todo lo que hay en el suelo es kaka? :P
 
jajjaja, coco! como cada vez que veas una cucaracha te inventes semejantes historias tu vida debe ser de lo más emocionante ;) Te imagino mirando la cucaracha y pensando todo lo que has escrito xD. Muy bueno este post.
 
Con una cucuracha así instalada en tu casa vas a ligar muy poco. ¿Quién se va a duchar contigo? ¿Quién va a dejarse hacer en tu sofa? O desinfectas tu casa o tendrás que conformarte con el canal porno.
 
Bueno no me parece tan mal, la verdad tu cucaracha se parece mucho a mi ex y fuimos felices hasta que… bueno que me parece muy bien. Viva la zoofilia, sino de qué la humanidad iba a ser lo que es hoy. El día que las mujeres nos neguemos a follarnos a los cerdos… se terminará todo.

Ale.
 
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