miércoles, marzo 8

 
postzzle
Si mi ángel de la guarda está triste, yo también. Y además de estarlo, últimamente debo serlo porque le he dado pena y me ha regalado un condón. Se lo he cambiado por un beso, que me será más útil en las noches de insomnio. A veces empieza a entrar gente en tu vida y parece como si nadie quisiera salir de ella; como si se convirtiera en el camarote de los hermanos Marx. Otras veces me veo como el protagonista del anuncio de baileys, flotando a cámara lenta entre bombones y vestidos largos de noche, color café con leche; pero más patoso, tirando a torpe; y aunque algunas gotas de licor flotan ingrávidas alrededor y se deslizan a la velocidad del caracol, abro la boca y no pillo ni una. Nunca. Me doy cuenta, entonces, de que necesito el alcohol para trocear la realidad y poder tragarla sin sufrir convulsiones; devorarla antes de ser engullido. Crear islas de inconsciencia en un mar consciente que ocupa casi todos los instantes de mis días. Cada noche devoro un quesito de alucinógeno legalizado (que paga impuestos) con la esperanza de olvidarme de mí y de lo que me espera mañana, de mi vida, de los instantes en blanco y negro, de ti, y de mis sueños. Hola, me llamo rullé; soy anónimo. ¿Alguien me pasa una copa? o me da el tiro de gracia. Que sea entre las piernas, por favor. Por caridad.

Comentarios:
-Hola, yo me llamo innes y soy anónima. Tardé mucho tiempo en darme cuenta. Pero llegó un punto en mi vida en que dejé el alcohol, las drogas, el sexo, compré un piso, encontré trabajo... y ya no pude más y estallé: soy anónima. Mi familia ya me lo advertía, pero yo no quise hacerles caso. No veía la realidad, e incluso hacía amigos y tenía vida social. Fue una época horrible de mi vida, todo iba bien. Hasta que me di cuenta de que YO, yo, no salgo en la tele, no me hacen entrevistas, no me miran, nadie me ve. Ahora ya lo sé, he vuelto a beber, pero necesito vuestra ayuda (como Coco) para superarlo.

-Perdona, ¿quién dices que eres?
 
jajajajaja.

- Hola, soy paraguayo y he venido a pedirle la mano de su hija.
- ¿para qué?
- Paraguayo!
 
Innes, ¿te quieres casar conmigo?
(di que no).
 
Depende de cuál sea tu dote.
 
es que me da palo medírmela. La dote.
 
Pues ve tomando medidas. Y ve con cuidado, Coco, a ver si alguna te va a decir que sí...
 
¿siempre tienes que tener la última palabra?
 
La penúltima.
 
Así lo de interrumpir sabe hasta mal y todo...

Te dejo una nota en la mesa y salgo rápido:

"Coco, para las noches frías, seguro un beso y un abrazo. Para las de insomnio... no te acuerdas de lo bien que se duerme después de? Coge el condón, tonto, si además el beso te lo voy a dejar yo!"..

Lo dicho. Y aquí, el beso.
 
beso, cielo.
 
¿cómo que anónimo? y entonces las cuatro letras que tengo tatuadas bajo la teta izquierda de quién son?

Besitoss
 
¿Teta?
Vaya, otra vez como el perro de Paulov.
 
Me apunto más a medírtela que al tiro de gracia...
 
vale, pero con la boca.
 
Veo que de tres ya tienes dos: sexo y drogas, solo te falta el rock&roll. ¿Bailas?
 
Perdón por la indiscrección pero...¿porqué estás tan triste?
 
Y digo yo queeeeeeeeee..... si lo de las tristezas no se arreglaría metiéndole un tripi al angel de la guarda ese tan tristón...
 
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