sábado, enero 14

 
Cabreo.
Sí, estoy cabreado.
Si existiera la cadena alimenticia de los patosos, podríamos encabezarla colocando en primer lugar a Carmen Sevilla, luego a los pingüinos impedidos del ártico; seguirían, a mucha distancia, las amebas con escasa o nula capacidad de transmisión neuronal; y justo en la cola, muy lejos, pero que muy, muy por debajo, encontraríamos a Ramón.
Pero no es ese el motivo de mi cabreo.
Ni es porque el otro día, mientras intentaba contarle lo absurdamente patética que es mi vida, Ramón se dedicara a pasar de mí para tirarle los tejos a una morenaza-traje-chaqueta con aire de empollona que desayunaba en la barra justo a mi lado. Ni es porque tras siete negaciones de cabeza, incluyendo ondulación de melena con una mezcla entre anuncio-sunsilk y me-tienes-hasta-los-ovarios, él siguiera insistiendo en invitarla a un donut de chocolate "que me han dicho que es un sustitutivo de algo-que-no-recuerdo... jiijii". Tampoco es porque ella le confesara que se iba y llegaba tarde a una conferencia sobre nuevas tecnologías para su aplicación en países en desarrollo, y Ramón pusiera cara de Bill Gates al opinar que él estaba convencido de que con internet se habían salvado las barreras sociales y económicas. Ni es porque le dirigiera una mueca de este-pobre-indigente-de-aqui-está-tonto, cuando observé que para poder acceder a internet, antes hay que comprarse un PC, y que con lo que cuestan, muchas familias con pocos recursos comen durante mucho tiempo.
Tampoco es porque me convenciera para ir a la conferencia con la excusa de "vengarullé-vengarullé-vengarullé-vengarullé-vengarullé-vengarullé-vengarullé-".
Ni porque interrumpiéramos la ponencia al cruzar por delante de la pantalla y se oyeran silbidos entre el público.
Ni siquiera es porque, como no se veia una mierda, Ramón le hizo la zancadilla al cable del proyector y lo envió un poco más allá de a tomar-por-el-culo, chis-clas-punch-tortilla, contra la pared. Ni es porque el orador abriera mucho los ojos y me mirara a mí al murmurar: "hablando de subdesarrollo".
No, no es por nada de todo eso.
Es porque cuando yo estaba intentando desincrustarle la cabeza de la moqueta, vino la morenaza-bombón con expresión preocupada mira-que-se-ha-hecho-daño y el muy cabrón puso esa cara de Forrest Gump "mimammmadeciaquelavidaescomounacajadebombooones..." que tan bien sabe poner.
Hoy me ha enviado un e-mail diciendo que han quedado para cenar.
¡¡¡Mecagüenlospatososdemierdaaaaaaaa!!!

Comentarios:
Ain!! Coco, no te preocupes que seguro hace prácticas de enfermería con Ramón...y no compensa que te pongan puntos de sutura por una cita.
Un beso patoso.
 
¿tú crees?
nusénusé.
Un besazo.
 
Querido Coco, ¿yo no sé por que te cabreas? Resulta que Ramón es más resultón. Si es que... le das la espalda a la morenaza y ella se queda con la cara de tu compañero. Claro que si viera la tuya.... seguramente saldría corriendo la morenaza-traje-chaqueta con aire de empollona descompuesta del susto.
Otro día te ofreceré el primer tomo de la enciclopedia como follar antes de ligar.
Un abrazo.
 
Querido amigo. No te cabrees. Lo que ocurre es que Ramón es más resultón. Piensa que ella lo tenía de cara y tú dando la espalda. Claro que mejor eso, ya que, igual si fuese al revés, la morenaza-traje-chaqueta con aire de empollona saldría corriendo desconpuesta del susto.
EL próximo día te puedo enseñar los primeros pasos para: como follar sin tener que ligar.
Un abrazo
 
Vale, espero los primeros pasos por el primer tomo. Me lo debes. A ver si aprendo.
 
Pasaba por aquí, y he decidido que me pilla de paso esta dir para ir a mi blog, así que tomaré esta ruta a menudo para leerte.
Un saludo.
 
pues sera un patoso con morro, porque a mi mi patosidad no me ha traido mas que disgustos... y risas claro, pero ligues ninguno.

igual es que a los chicos las patosas no os ponemos, claro
 
Reina, estás en tu casa.

Que si me ponen las patosas, nelken? yo creo que si Ramón fuera chica ya estariamos casados... y divorciados.
 
Tienes la extraña y maravillosa facultad de sacarme una sonrisa por muy pero que muy cabreada que yo también esté.
Y eso ya es motivo para desencabronarnos los dos. Digo yo!!!!
 
Me parece bien. Pensaba que la luna nunca se cabreaba.
 
Yo también lo pensaba...
 
Vaya. Ven, que te mimo.
 
Joé, to la suerte de los patosos se la llevó este. Por que a mi nunca me toca ná...
 
No desesperes coco y sigue con Ramón, tú también puedes llegar a ser patoso, ya sabes: "Dos que duermen en el mismo colchon se vuelven de la misma condición"
 
hola guapeton..

que lo sepas, que para mi tu eres mucho mas resulton que ramon. jajajaja

un beso
 
Ais, Cocosol, si es que tú eres más de mirada perdida de ojos saltones que de Forrest Gump. Y yo la prefiero, claro.
 
Vale, y porqué no duermes tú conmigo, a ver si se me pega algo inteligente?
 
Guapa!
 
Te vas a quedar sin muelas, Poulain, y el ratoncito pérez es un mito, que lo sepas.
 
Tengo que quitarme esta manía que tengo a veces de empezar a leer las cosas por el final y siempre deprisa, porque hoy al leerte he creído que te estabas "cagandoenlosPASTOSOSdemierda" y yo claro, he pensado en una pelea hombrerico-hombrepobre.
Después ya he visto que no, que solo era un tira y afloja hombrepatoso-hombrenotanto.
En fín me quedo con los dos.
 
Piensa que como a la hora de la verdad sea también tan patoso la tiene clara...
Y por lo demás no te preocupes, es que hay mujeres que se sienten más madres que mujeres y buscan siempre una pareja que les inspire ternura, y un patoso, puede que la inspire. Aunque no lo entiendo mucho...
¡Ánimos que la próxima mojas tu!
 
Si me quedo sin muelas y el ratoncito Pérez no existe me batirás las papillas para el resto de los restos. He dicho.
 
Eso está hecho. No lo dudes.
 
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