viernes, octubre 7

 
Ya sé que es muy facil rajar, pero es que si no lo escribo reviento...
la semana pasada ví una película donde unos viajaban al pasado como quien se va a desayunar al bar de la esquina. La trama era bastante tonta, y el argumento algo simple y desgastado. La gente del futuro se dedicaba a irse de cacería al jurásico. De hecho, no practicaban la matanza indiscriminada de dinosaurios; sólo se cargaban a uno, siempre al mismo; el pobre debía estar ya hasta los mismísimos de ver aparecer cada lunes a los turistas de turno armados hasta los dientes: "coño ¿otra vez?, vengaaaaadispaaaaaaracabrón". Por culpa de un accidente, alguien se saltaba las normas y, sin querer, chis-plun-chis-plan pisaba una mariposa. Eso modificaba sustancialmente el presente, hasta el punto que la especie humana corría el peligro de extinguirse.
Desde ese día que no he vuelto a ser el mismo; voy andando de puntillas por la moqueta y no me atrevo ni a barrer debajo de la cama, no sea que al remover las pelusas le dé un infarto a un ácaro y, sin yo quererlo ni beberlo, acabe con la próxima generación de vida inteligente del planeta. La verdad es que me he quedado un poco, como perdido; ya no sé qué es lo que se puede matar y qué es lo que no. ¿Y si resulta que uno se lava las manos y se carga a la bacteria de la que han de descender los guionistas de la próxima temporada de Gran Hermano?, porque aunque parezca que está a la vuelta de la esquina, muy avanzados en la escala evolutiva tampoco deben estar.
Por otra parte, no sé muy bien porqué me tengo que preocupar por seres insignificantes cuando cada día millones de animales son sacrificados en experimentos de laboratorio, millares de personas son asesinadas por unos ideales que pocos comparten (incluso, a veces, ni siquiera por un ideal), cientos de árboles son destruidos por culpa de intereses económicos, y especies únicas desaparecen irreversiblemente sin que nadie (influyente, se entiende) mueva un dedo por salvarlas.
¡Ya está!, probablemente será que, con la edad, me estoy volviendo un poco más neurótico, y todo esto no tiene la más mínima importancia. Porque, si resulta que mientras la humanidad entera juega a ser dios decidiendo quien vive o quien muere y perfila el destino de las generaciones venideras, nuestros queridos dirigentes dedican todo su tiempo, energía y esfuerzo a causas muchísimo más trascendentales, nobles e importantes, como por ejemplo si catalunya es o no una nación, si las parejas homosexuales pueden o no casarse por lo civil; o si es conveniente o no que se fume en las bodas. Me da la ligera impresión de que será porque lo primero no tiene el suficiente peso como para merecer su atención... eso, o van más perdidos que una oruga en el museo de historia natural (que podría ser), o se creen que vivimos en pitufolandia (que también podría ser); vamos, que han decidido que no debemos inmiscuirnos en problemas que nos sobrepasen, no sea que se nos manche el vestido o nos rompamos una uña; por eso nos tienen a la mayoría viviendo en setas de 60 metros cuadrados, pitufando cejibundos sobre si este año lloverá o habrá que racionar las gotas de rocío; o sobre las manías de la abuela pitufa, que si dice que quiere fumar en pipa lo va a tener que hacer a escondidas, donde no la vean los niños. Me temo que lo malo de vivir en pitufolandia es que cualquier día, mientras estén enfrascados en demostrar que la roña azul del ombligo del vecino es menos azul que la del suyo propio, aparecerá el gato de Gargamel y no dejará pitufo con cabeza. Pordiosbenditoquépaíseste, yquéagustomehequedado.

Comentarios:
Es lo que tiene, son juy happy-happys para solucionar los problemas para los que no tienen capacidad, y no arreglan el que tienen al lado.
Mañana me lavaré a conciencia, no vaya a ser que de mis bacterias salgan más periodistas del corazón... qué yuyu
 
hay que tener cuidado..

besitos
 
jajajajajajajaja.
Vale, llámame y hablamos, que me tienes en ascuas.

Besito ranita, sí hay que tener cuidado, no vayamos a pisar a algún pitufo con barba blanca ;)

Pues ahora que lo dices, deyec, si se pudiera saber en qué acabará cada rama evolutiva, igual otro gallo nos cantaría...
 
Pues igual es otra película, pero me parece una trama muy interesante ;)
 
jajajaja ay Coco, yo soy la abuela pitufa, escondida en el armario de la cocina para fumarme un cigarrito.
Que joío, como diría la abuela
Besos (entre la longaniza, el queso y las cacerolas)
 
Besos, corazón, y que corra ese cigarro ;)
 
jajajajajaja
 
Eres genial coco, supongo que ya te lo habían dicho. Acá en Chile las cosas no van mejor, el presidente se riñé con los noticieros (creo que telediarios le dicen allá) porque estos abren cada noche con noticias sobre la delincuencia ciudadana cuando a él le interesaría que destacasen la inauguración de una nueva línea de metro, todo eso mientras somos uno de los países con peor distribución del ingreso.
 
Ah, pues yo me he perdido. ¿No eran los ácaros el producto de la evolución de los políticos?.

Siempre me lías, Cocopitufo.
 
Es cierto que todo es puro marketing, excepto cuando decimos lo que pensamos. Aka, no sabes cuánto me encanta leerte. Un besazo.

Es así Carlos, es muy triste pero es así, es como dice Fermenta, todo puro marketing. Es muy triste, pero es así. Un abrazo.

jajajajajaja Poulain. Sí, la evolución de algunos políticos son los ácaros, y del resto las amebas.
:p
Nabrazo.
 
Y queagustomequedao yo leyéndote, mientras esbozaba unas cuantas sonrisas, pitufin (que guapo debes estar todo azulito)
Besito.
 
Jaja yo también la vi. Muy mala, sí.
 
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