martes, junio 21
Me he prostituido...
Me he prostituido y no me da vergüenza admitirlo, no lo hubiera hecho por cualquiera. Desde entonces, cada mañana salto de la cama con la ansiedad y el deseo, truncando en mueca ausente una sonrisa inquieta; me afeito, me ducho, me visto con mis mejores ropas y salgo corriendo para ser el primero en llegar a su lado antes que nadie. Ella me invita a entrar disimuladamente y yo paso, cierro la puerta con pestillo y corro ese par de cortinillas que velan por nuestra intimidad. Luego acerco mi cara a la suya, me reflejo en sus pupilas y se apodera de mí un sentimiento extraño, mezcla de vergüenza y deseo. No me gusta hacerlo por dinero, pero es su fantasía, su juego. Acaricio su piel, fría y un poco áspera, ya desgastada por el sol. De arriba a abajo mi cuerpo se ondula imitando sus curvas; los dedos se rozan, frenéticos, escribiendo caricias al viento, como los poetas imaginan canciones; los codos se hablan, los suspiros se enredan con el pelo. Exploro todos y cada uno de sus huecos y me deleito en ellos, en cada ranura, en cada rincón, en cada rendija, en cada escondrijo secreto. Hasta que ella se enciende iluminando todo con su cara, con los ojos en blanco, gritando cosas que no entiendo, abriendo mucho la boca. Finalmente enmudece y olvida juntar de nuevo los labios. Sin decir palabra me entrega un puñado de billetes con los que pasaré el resto del día. No es amor, ni siquiera es sexo. No sé muy bien cómo definir esto que tengo con la terminal automática de la caixa.
Comentarios:
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Gracias por la sonrisa de la mañana. Hoy la necesitaba más que nunca. Supongo que imaginas por qué.
Muchas gracias por lo de ayer.
Un beso.
Muchas gracias por lo de ayer.
Un beso.
Lo de gritar cosas que no entiendes te pasa por meterle la tarjeta de la seguridad social, la próxima vez métele la amarilla!! Métesela hasta el fondo!!
Perdón por lo de meterle.
Perdón por lo de meterle.
Jajajaja ai redeu! que malote eres! :D Engañaos que nos has tenido hasta la última frase.
Molts besets!
Molts besets!
Uy, pues a mí me da pánico prostituirme pq la cuenta no hace más que disminuir..y disminuir..y disminuir..Y yo con mis remordimientos..¡menuda pesadilla!
Así que era a tí al que la cajera le hacía ese aleteo de pestañas con el dispensador de billetes, al que le ponía morritos mientras engullía la tarjeta..., y los técnicos sin entender nada, venga a mirarle las tripas a la pobre, que sólo funcionaba con un desconocido de ojos saltones.
Jajajajaja! Muy bueno! muy bueno!
Lo mejor es cuando te pidió si querias ticket, ¿no?
Surrealismo a tope.
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Lo mejor es cuando te pidió si querias ticket, ¿no?
Surrealismo a tope.
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