martes, febrero 15
Pasó lo que tenía que pasar.
Bueno, mis amigos dicen que soy gilipollas, pero yo creo que pasó simplemente lo que tenía que pasar. Eran dos ángeles, simétricas, siamesas, idénticas aunque distintas. Nos conocimos de bien pequeños, en la guarderia. Lo recuerdo como si fuera hoy, entre pañales y chupetes de caucho marrón; entre juguetes de madera y batas de algodón. Ellas me mimaban: si me caía, paraban el golpe. Si me picaba, me rascaban. Si tenía hambre, me acercaban las rosquillas. Y así crecimos juntos, ellas a su aire y yo al mio, pero siempre mirando de reojo y todos listos para ayudar. Si alguien quería pelea, ellas me defendian. Si ellas necesitaban poesía, yo les daba mimos, besos y abrazos de niño. Y así nos convertimos en crisálidas adolescentes y, entre granos con pus de "vaya mierda de mundo este de los mayores", nos quitamos la piel de niños para descubrir el sexo, el mundo, la vida y los libros prohibidos. Sí, ellas me enseñaron lo que la vida es de verdad: fiesta, lágrimas, sudor y sexo, aunque sólo a veces. Y entre polvo y polvo, también se lo quitaban a los libros, los abrian y me ayudaban a seguír las líneas con el índice para que no me perdiera. Qué voy a decir de ellas, que eran las amantes perfectas. Hasta que ayer, como por arte de magia, el embrujo se rompió. Se me olvidó el regalo de San Valentín por enésima vez, y gritaron que nunca más. Que ya tenían bastante, que qué me había creido, que ellas se merecian que las tratara mejor. Que vaya un interesado de mierda. Que: o boda, o puerta.
Y he decidido que boda, que vivir sin manos a los cuarenta tiene que ser toda una fiesta...
Y he decidido que boda, que vivir sin manos a los cuarenta tiene que ser toda una fiesta...
Comentarios:
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ay, las manos, coco. Me encantan, bueno no entiendo que se enfaden por lo de san valentín jum, pero yo que tu les dedicaba un masaje especial de manos ( les encanta que les acaricien entre los dedos,que les repasen las uñas con los dedos y que les pellizquen las yemas) un poquito de mimos coco. ji, después lleváles a ver un espectáculo de magia, o de títeres,o a un concierto de piano. LAs manos también viven de sueños.
( después de eso creerás que las manos que te toquen no son las tuyas) un beso
( después de eso creerás que las manos que te toquen no son las tuyas) un beso
ay, las manos, mosquita. He probado masaje en membrana rana al pie de par de dedos, y de postre: la sonata a la luz de la luna. Y me han dicho que una mala noche la tiene cualquiera, que son todas mias (las dos... jiji). Gracias, corasón. Besin en el morrín.
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