viernes, febrero 4

 
la mujer de rojo
La noche era fria, seca. Paseaba por el casco antiguo de Barcelona buscando cualquier bar cutre (los otros no me gustan) con el letrero de abierto. Disfruto caminando por aquí justo después de cenar, es como entrar en la máquina del tiempo y retroceder a principios del siglo pasado; como vivir el paseo que nunca hice con mi abuelo. Me encanta levantar la cabeza y ver brillar estrellas en estrechas cintas de cielo mirón, atisbando entre angostas paredes de sueños de color gris. Yo creo que los que habitan a cada lado de estas callejuelas son amantes, y para besarse sólo necesitan asomarse al balcón y ponerse de puntillas. Me devolvió a la realidad una mano zarandeando mi hombro. Al girarme descubrí a una señora de unos 40, atractiva y elegante; vestida de rojo chillón de arriba a abajo, zapatos de tacón de aguja incluidos; pensé: "Vaya, a esto se llama estar seguro de uno mismo". La miré a los ojos, al escote y de nuevo a los ojos. Dije:
-¿Qué tal?.
Ella carraspeó para aclarar la voz antes de susurrar:
-hola, soy tu menstruación.
-¿Mi qué?.
-Vaya, ¿sordera?; soy TU MENSTRUACIÓN.
-Pues creo que, aparte de menstruación, debe ser usted un poco torpe.
-¿Porqué lo dices?.
-Porque soy un tío, ¿o es que además de torpe es usted miope? Resulta que los tíos no tenemos la regla!!.
-Eso se lo dirás a todas, cielo. Mira, no intentes liarme, tengo tu dni y tu foto aquí, en la agenda, ¿lo ves? Según esto hoy toca que yo te venga.
-Vamos a ver, esto es de locos.
-Mira, tu reacción es muy normal, a muchas personas les cuesta aceptar el cambio. ¿Has leido aquel libro '¿quien se ha llevado mi queso?'.
-Señora, no me tome el pelo, pordió.
-No te preocupes que no te va a pasar nada del otro mundo, te sentirás un poco raro al princípio, pero recuerda que siempre hay una primera vez.
-Vamos a ver!, aquí hay algo que no cuadra, si ahora resulta que tengo que tenerla a usted, exijo que se me devuelva el año que perdí en la mili y todas las mañanas de afeitarme, que a mí mi madre me dijo que una cosa iba por la otra.
-Venga, que ya somos mayorcitos y tengo un poco de prisa. No te servirá de nada intentar retrasar lo inevitable, así que haz el favor de bajarte los pantalones.

Y piqué, porque no pasa a menudo que una mujer atractiva le pida a uno que se baje los pantalones en medio de la calle. Así que, ¿alguien sabe qué hay que hacer para que la compresa no se mueva? Si la respuesta es "compra Ausonia con alas", PUES VA A SER QUE NO, que ya las he probado y, aparte de arrancarme los pelos de la entrepierna, resulta que bailan más que Fred Astaire en el brasero de un bingo.

Comentarios:
sí, lo mejor es tirarla a la basura y comprarse tampax. Pero no te creas que un mimo te va a regalar flores por la calle, ni que una niña china te va a hacer gracia, , ni que te vas a encontrar un equipo de baloncestistas afro, ni que los tíos te van a regalar chocolate ni mucho menos mimos. Prepárate para un dolor abdominal de narices, granitos indeseables en la cara y una sobredosis de ibuprofeno. ji. ya verás como la próxima vez no te bajas tan rápido los pantalones.

venga va, un poco de mimo de viernes por la tarde a punto de salir de la oficina. :)
 
Mosquita, guapa ! te cambio un mimo por un beso. Buen finde.
 
(K)
 
Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]