martes, diciembre 12
Hoy he entrado en un bar de la calle provenza, esquina rambla, y me he sentado a comer con una desconocida. Los dos sonreíamos buscando los cubiertos, mirando las paredes, midiendo el plato y a la camarera que parecía haberse pintado la cara con carmín. Nos hemos contado media vida en una hora y poco. Después del postre y de decidir dar un paseo sin encoger los hombros por el frio, otro café. Qué delicia de sitio, estaba todo el mundo tan apretadito, supongo que es lo más parecido a una orgía que estaré nunca en mi vida. Nos hemos despedido con un beso en la mejilla. Espero que me escriba.
Comentarios:
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UYSS, Q BONITO COCO..,SE ME VA LA IMAGINACION Y YA OS VEO DE LA MANO POR LAS RAMBLAS Y PASANDO EL FIN DE AÑO JUNTOS....AYSS.
¿Y POR Q A MI NUNCA, UN DESCONOCIDO ME HA REGALADO FLORES ????
¿Y POR Q A MI NUNCA, UN DESCONOCIDO ME HA REGALADO FLORES ????
Suerteee!si la tienes, sera un buen comienzo, el que podais recordar ese día, ojalá te escriba.
Recién descubierto tu blog, seguiré visitándote.
Recién descubierto tu blog, seguiré visitándote.
solo falta que te de una tarjeta con el telf :) y asi no podras decir que a ti eso no te pasa. Besazo
Pues no he ligado, me ha escrito dándome calabazas. Supongo que he perdido una amante, pero he ganado una amiga.
bueno, eso no se sabe, tiempo al tiempo, por ahora sois amigos..también podía haber pasado de escribirte...
En otro orden de cosas, hoy mi ángel de la guarda se ha cabreado conmigo, y con toda la razón. Me estoy planteando que va siendo hora de crecer y dejar de hacer gilipolleces. De entender de una vez qué es lo realmente importante. Me duele la cabeza, así que mejor me voy a la cama y mañana ya veremos cómo amanece el día.
Que historia tan bonita, parece sacada de una peli de Cesc Gay. A mí nunca me pasan estas cosas.A ver si tienes suerte. Me gusta tu blog. Voy a seguir cotilleándolo.
Mi ángel de la guarda también se ha cabreado conmigo y con toda la razón. Y también me estoy planteando que va siendo hora de crecer y de dejar de hacer gilipolleces y de entender de una vez qué es lo realmente importante.
Un beso, Coco
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Un beso, Coco
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