miércoles, diciembre 29
Nos conocimos sin saber que lo hacíamos. Pisamos charcos en septiembre y nos tumbamos sobre colchones de hojas amarillas. Escuchamos en silencio el ritmo que las baquetas imprimían sobre pieles de camello, a la luz de hogueras coronadas por mosquitos. Perseguimos luces rojas detrás de limpiaparabrisas que eran tan escuetos como nuestros bolsillos. Soñamos que un día seríamos libres. Soñamos que un día seríamos felices. Ella ahora lo es. Yo sigo aqui, esclavo de su recuerdo.
Escrito por Coco (que una mala noche, la tiene cualquiera) @ 1:59 a. m. 
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Para eso están los amigos. Nos conocimos en un barco que se mecía en toboganes de olas de risas y, a veces, sin rumbo ni sentido. Nos dimos revolcones y besos de ferretería entre amigas, y nos contamos lo que sólo te contarías a tí mismo sentado en la taza del wc. Cosas de géminis. La llevo aquí, en un rincón de mi corazón, y de verdad que sufro cuando sufre, que nadie pregunte porqué. Que tampoco se lo pregunte a Fynn65.
Necesito tus consejos, y tus canciones. Quiero más como playground games.
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Necesito tus consejos, y tus canciones. Quiero más como playground games.
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